Yo os bautizo con agua para que os convirtáis, pero detrás de mí viene uno que es más poderoso que yo. Yo ni siquiera soy digno de llevarle las sandalias. El os bautizará con Espíritu Santo y fuego.
Juan 1:30 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento) A éste me refería yo cuando dije: 'Detrás de mí viene uno que es superior a mí, porque él ya existía antes que yo.' Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo. Biblia Nueva Traducción Viviente A él me refería cuando yo decía: “Después de mí, vendrá un hombre que es superior a mí porque existe desde mucho antes que yo”. Biblia Católica (Latinoamericana) De él yo hablaba al decir: 'Detrás de mí viene un hombre que ya está delante de mí, porque era antes que yo'. La Biblia Textual 3a Edicion Éste es de quien yo dije: Detrás de mí viene un Varón que se me ha adelantado, porque era primero que yo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Éste es aquel de quien yo dije: 'Detrás de mí viene uno, que ha sido antepuesto a mí, porque él existía antes que yo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Éste es Aquél de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo. |
Yo os bautizo con agua para que os convirtáis, pero detrás de mí viene uno que es más poderoso que yo. Yo ni siquiera soy digno de llevarle las sandalias. El os bautizará con Espíritu Santo y fuego.
De manera que Juan tuvo que declarar públicamente: - Yo os bautizo con agua, pero detrás de mí viene uno más poderoso que yo. Yo ni siquiera soy digno de desatar las correas de sus sandalias. El os bautizará con Espíritu Santo y fuego.
De él dio testimonio Juan cuando clamaba: - Este es aquel de quien yo dije: 'el que viene detrás de mi es superior a mí, porque ya existía antes de que yo naciera.'
él viene después de mí, aunque yo ni siquiera soy digno de desatar la correa de su calzado.
Ni yo mismo sabía quién era, pero Dios me encomendó bautizar precisamente para que él tenga ocasión de darse a conocer a Israel.
Acudía a él mucha gente, y decían: - Cierto que Juan no hizo ningún milagro, pero todo lo que dijo acerca de éste era verdad.