tranquilizándome a mí, como ahora os tranquilizarán a vosotros. A hombres como éstos debéis estarles reconocidos.
Filemón 1:7 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento) Tu amor, hermano, me ha proporcionado mucha alegría y consuelo, por cuanto ha venido a ser bálsamo para el corazón de los creyentes. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pues tenemos gran gozo y consolación en tu amor, porque por ti, oh hermano, han sido confortados los corazones de los santos. Biblia Nueva Traducción Viviente Hermano, tu amor me ha dado mucha alegría y consuelo, porque muchas veces tu bondad reanimó el corazón del pueblo de Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues tuve mucho gozo y consuelo al tener noticias de tu caridad, ya que nuestros hermanos se sienten confortados por ti. La Biblia Textual 3a Edicion porque tuvimos mucho gozo y consolación en tu amor, pues por medio de ti, oh hermano, han sido confortados los corazones de los santos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tuve, en efecto, mucho gozo y consuelo a causa de tu caridad, ya que por tu medio, hermano, han recibido alivio los corazones del pueblo santo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque tenemos gran gozo y consolación en tu amor, de que por ti, oh hermano, han sido recreadas las entrañas de los santos. |
tranquilizándome a mí, como ahora os tranquilizarán a vosotros. A hombres como éstos debéis estarles reconocidos.
Esto es lo que me ha llenado de consuelo. Esto, y más todavía, si cabe, el ver a Tito contento y satisfecho del trato recibido entre vosotros.
Tengo puesta en vosotros toda mi confianza, y es tanto el orgullo que siento por vosotros, que se me ensancha el corazón y reboso de alegría, a pesar de todas mis penalidades.
Ante Dios, que es nuestro Padre, recordamos sin cesar la actividad de, el esfuerzo de vuestro amor y la firmeza de la esperanza que habéis depositado en Jesucristo nuestro Señor.
Por lo demás, tenemos sobrados motivos para dar gracias a Dios constantemente. Porque al acoger nuestro mensaje, no fue un mensaje humano el que acogisteis, sino la palabra misma de Dios, que sigue actuando en vosotros los creyentes.
Y es que ¿dónde, sino en vosotros, descansa mi esperanza y mi alegría? ¿Quién, sino vosotros, será mi corona de gloria el día en que venga Jesús nuestro Señor?
¿Cómo podré agradecer a Dios toda esta alegría que me procuráis y que llena mi corazón delante de mi Dios?
¡Ojalá el Señor tenga misericordia de Onesíforo y su familia, pues él fue muchas veces mi paño de lágrima y no sintió vergüenza al verme encarcelado!
Me he alegrado sobremanera al comprobar que bastantes de tus hijos viven como auténticos creyentes, conforme al mandamiento del Padre.