¿Es que puede haber algo en común entre el templo de Dios y los ídolos? Pues nosotros somos templos de Dios vivo. Así lo ha dicho Dios mismo: En medio de ellos habitaré y caminaré a su lado; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.
Apocalipsis 11:1 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento) Pero no midas el patio exterior; déjalo aparte, porque ha sido entregado como botín a las naciones, que hollarán la ciudad santa durante cuarenta y dos meses. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego me fue dada una vara para medir y me fue dicho: «Ve y mide el templo de Dios y el altar, y cuenta el número de adoradores; Biblia Católica (Latinoamericana) Después me entregaron una vara de medir, diciéndome: 'Vete, mide el Templo de Dios y el altar, y haz el censo de los que vienen a adorar. La Biblia Textual 3a Edicion Y me fue dada una caña semejante a una vara,° diciendo: Levántate y mide el santuario de Dios,° el altar, y a los que adoran en él; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Me dieron luego una caña semejante a una vara de medir y me dijeron: 'Levántate y mide el santuario de Dios y el altar y a los que en él adoran. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y me fue dada una caña semejante a una vara, y el ángel se puso en pie diciendo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él. |
¿Es que puede haber algo en común entre el templo de Dios y los ídolos? Pues nosotros somos templos de Dios vivo. Así lo ha dicho Dios mismo: En medio de ellos habitaré y caminaré a su lado; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.
también vosotros, como piedras vivas, constituís un templo espiritual y un sacerdocio consagrado, que por medio de Jesucristo ofrece sacrificios espirituales y agradables a Dios.
Pero vosotros sois 'raza elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de su posesión', destinado a cantar las grandezas del Dios que os llamó de las tinieblas a su luz maravillosa.
Recibí después una vara de medir semejante a un bastón, y alguien me ordenó: - Ve, toma las medidas del templo de Dios y de su altar y cuenta el número de sus adoradores.
El ángel que hablaba conmigo tenía una vara de oro para medir la ciudad, sus puertas y sus murallas.