- ¿Qué vais a hacer? ¡Somos hombres mortales como vosotros! Hemos venido a anunciaros el mensaje de salvación para que dejéis esas vanas prácticas y os convirtáis al Dios vivo, que creó el cielo, la tierra, el mar y todo lo que contienen.
Apocalipsis 10:5 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento) Entonces el ángel que yo había visto de pie sobre el mar y la tierra firme, levantó al cielo la mano derecha Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo, Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el ángel que vi de pie sobre el mar y sobre la tierra levantó la mano derecha hacia el cielo. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces el ángel que había visto de pie sobre el mar y la tierra levantó su mano derecha al cielo La Biblia Textual 3a Edicion Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su diestra hacia el cielo, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y el ángel que yo había visto de pie sobre el mar y sobre la tierra levantó al cielo su mano derecha. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo, |
- ¿Qué vais a hacer? ¡Somos hombres mortales como vosotros! Hemos venido a anunciaros el mensaje de salvación para que dejéis esas vanas prácticas y os convirtáis al Dios vivo, que creó el cielo, la tierra, el mar y todo lo que contienen.
Lo prueba el hecho de que, mientras deambulaba por la ciudad contemplando vuestros monumentos sagrados, he encontrado un altar con esta inscripción: 'Al dios desconocido. ' Pues al que vosotros adoráis sin conocerle, a ése os vengo a anunciar.
En efecto, partiendo de la creación del universo, la razón humana puede llegar a descubrir, a través de las cosas creadas, las perfecciones invisibles de Dios: su eterno poder y su divinidad. De ahí que no tengan disculpa,
Cuando Dios hizo la promesa a Abraham, al no tener a nadie superior por quien jurar, juró por sí mismo, diciendo:
Apenas le vi, caí fulminado a sus pies; pero él me tocó con su mano derecha y me dijo:
Abierto en su mano tenía un pequeño libro. Puso su pie derecho sobre el mar y su pie izquierdo sobre la tierra firme,
Gritó, pues, con voz poderosa: - Temed a Dios y dadle gloria, porque ha sonado la hora del juicio. Adorad al creador del cielo y de la tierra, del mar y de los manantiales de agua.
Finalmente, el séptimo ángel derramó su copa en el aire, y una voz poderosa procedente del templo, de junto al trono mismo, clamó: - ¡Hecho está!
- Señor y Dios nuestro: ¡Quién como tú merecedor de la gloria, del honor y del poder! Porque tú has creado todas las cosas; en tu designio existían, y fueron creadas.
Y cada vez que los cuatro vivientes tributan gloria y honor y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por siempre,