Y aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros; y vimos su gloria, la que le corresponde como Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.
2 Juan 1:7 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento) Entre vosotros andan muchos embaucadores, que no quieren reconocer a Jesucristo como verdadero hombre; de esa calaña es el seductor y el anticristo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo. Biblia Nueva Traducción Viviente Les digo esto, porque muchos engañadores han salido por el mundo. Ellos niegan que Jesucristo vino en un cuerpo humano. Tales personas son engañadores y anticristos. Biblia Católica (Latinoamericana) En este mundo se han presentado muchos seductores, que no reconocen a Jesús como el Mesías venido en la carne. En eso mismo se reconoce al impostor y al anticristo. La Biblia Textual 3a Edicion Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan a Jesús el Mesías° como venido en carne. ¡Éste es el engañador y el anticristo! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque han salido al mundo muchos seductores que no confiesan que Jesús es Cristo venido en carne. El que eso dice es el seductor y el anticristo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque muchos engañadores han entrado en el mundo, los cuales no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. El que tal hace es engañador y anticristo. |
Y aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros; y vimos su gloria, la que le corresponde como Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Grande es, sin lugar a dudas, el misterio de nuestra religión: Cristo vino al mundo como ser mortal, el Espíritu dio testimonio de él, los ángeles le contemplaron, fue anunciado a las naciones, en el mundo le creyeron, Dios le recibió en su gloria.
Al escribiros esto, os pongo en guardia contra quienes tratan de embaucaros.
Mientras tanto resonó en el cielo una voz poderosa que decía: - Ya está aquí la salvación, y el poder, y el reino de nuestro Dios; ya está aquí la soberanía de su Cristo. Ha sido reducido a la impotencia el que día y noche acusaba a nuestros hermanos delante de nuestro Dios.
De ese modo engañaba a los hombres, animándolos a erigir una imagen en honor de aquella bestia que estuvo herida de muerte y revivió.