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1 Juan 4:21 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

Este mandamiento nos dejó Cristo: que amemos a Dios y que amemos también a nuestros hermanos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Y él nos ha dado el siguiente mandato: los que aman a Dios deben amar también a sus hermanos creyentes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pues éste es el mandamiento que recibimos de él: el que ama a Dios, ame también a su hermano.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y este mandamiento tenemos de parte de Él: el que ama a Dios, ame también a su hermano.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y este mandamiento tenemos de él: que quien ama a Dios, ame también a su hermano.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y nosotros tenemos este mandamiento de Él: Que el que ama a Dios, ame también a su hermano.

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Otras versiones



1 Juan 4:21
20 Referencias Cruzadas  

Sabéis que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo.


El maestro de la Ley contestó: - El que tuvo compasión de él. Y Jesús le replicó: - Pues vete y haz tú lo mismo.


Os he dicho esto para que participéis en mi alegría y vuestra alegría sea completa.


Toda la Ley se cumple, si se cumple este solo mandamiento: 'Amarás a tu prójimo como a ti mismo' .


Y es que, como cristianos, da lo mismo estar circuncidados que no estarlo ; lo que cuenta es la fe, que se hace vida en la práctica del amor.


En cuanto al amor fraterno, está por demás escribiros, ya que habéis tenido por maestro al mismo Dios.


En fin, compartid todo vuestro pensar y vuestro sentir animados con afecto fraternal, de ternura y de humildad.


Ante todo, amaos entrañablemente unos a otros, pues el amor alcanza el perdón de los pecados por muchos que sean.


Queridos hermanos, el mandamiento que os escribo no es nuevo, sino antiguo. Me refiero al mensaje que desde el principio habéis oído.


Desde el principio, en efecto, se os anunció este mensaje: 'Amaos unos a otros.'


Bástenos saber que, amando a nuestros hermanos, hemos pasado de la muerte a la vida. En cambio el que no ama sigue muerto.


Hijos míos, ¡obras son amores y no buenas razones!


Y éste es su mandamiento: que creamos en su Hijo Jesucristo y que nos amemos unos a otros conforme al precepto que él nos dio.


Queridos hijos, si a tal extremo ha llegado el amor de Dios para con nosotros, también nosotros debemos amarnos mutuamente.