Jesús se levantó de la mesa, se quitó el manto, tomó una toalla y se la ciñó a la cintura.
1 Juan 3:11 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento) Desde el principio, en efecto, se os anunció este mensaje: 'Amaos unos a otros.' Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros. Biblia Nueva Traducción Viviente Este es el mensaje que ustedes han oído desde el principio: que nos amemos unos a otros. Biblia Católica (Latinoamericana) Debemos amarnos unos a otros, pues éste es el mensaje que ustedes han oído desde el comienzo. La Biblia Textual 3a Edicion Porque éste es el mensaje que oísteis desde un principio: que nos amemos unos a otros.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque éste es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos los unos a los otros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque, este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros. |
Jesús se levantó de la mesa, se quitó el manto, tomó una toalla y se la ciñó a la cintura.
Os he dicho esto para que participéis en mi alegría y vuestra alegría sea completa.
y haced del amor norma de vuestra vida, pues también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros como ofrenda y sacrificio que Dios recibe con agrado.
En cuanto al amor fraterno, está por demás escribiros, ya que habéis tenido por maestro al mismo Dios.
El propósito de estas advertencias es que vivan el amor que brota de un corazón limpio, de una conciencia sana y de una fe sin engaños.
Obedientes a la verdad, habéis eliminado las trabas para una fraternidad eterna. Amaos, pues, entrañablemente unos a otros.
En fin, compartid todo vuestro pensar y vuestro sentir animados con afecto fraternal, de ternura y de humildad.
Ante todo, amaos entrañablemente unos a otros, pues el amor alcanza el perdón de los pecados por muchos que sean.
Este es el mensaje que escuchamos de labios de Jesucristo y que ahora os anuncio: Dios es luz, sin mezcla de tinieblas.
Queridos hijos, si a tal extremo ha llegado el amor de Dios para con nosotros, también nosotros debemos amarnos mutuamente.
Este mandamiento nos dejó Cristo: que amemos a Dios y que amemos también a nuestros hermanos.
Queridos hijos, Dios es la fuente del amor: amémonos, pues, unos a otros. El que ama es hijo de Dios y conoce a Dios.
Ahora, Señora, te recuerdo que debemos amarnos unos a otros. No te doy a conocer con ellos un mandamiento nuevo, sino el mismo que tenemos desde el principio.