Entonces David se levantó del suelo y en seguida se bañó y se perfumó; luego se vistió y fue a la casa del Señor para adorar. Después regresó al palacio, pidió que le sirvieran alimentos, y comió.
Lucas 7:46 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Tú no me ungiste la cabeza con aceite, pero ella me ungió los pies con perfume. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 No ungiste mi cabeza con aceite; mas esta ha ungido con perfume mis pies. Biblia Nueva Traducción Viviente Tú no tuviste la cortesía de ungir mi cabeza con aceite de oliva, pero ella ha ungido mis pies con un perfume exquisito. Biblia Católica (Latinoamericana) Tú no me ungiste la cabeza con aceite; ella, en cambio, ha derramado perfume sobre mis pies. La Biblia Textual 3a Edicion No ungiste mi cabeza con aceite, pero ésta ungió con perfume mis pies. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No me ungiste la cabeza con aceite; ella, en cambio, ha ungido mis pies con perfume. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No ungiste mi cabeza con aceite; pero esta mujer, ha ungido mis pies con ungüento. |
Entonces David se levantó del suelo y en seguida se bañó y se perfumó; luego se vistió y fue a la casa del Señor para adorar. Después regresó al palacio, pidió que le sirvieran alimentos, y comió.
Por eso mandó traer a una mujer muy astuta, la cual vivía en Tecoa, y le dijo: ―Quiero que te vistas de luto, y que no te eches perfume, sino que finjas estar de duelo, como si llevaras mucho tiempo llorando la muerte de alguien.
el vino que alegra el corazón, el aceite que hace brillar el rostro, y el pan que sustenta la vida.
Dispones ante mí un banquete en presencia de mis enemigos. Has ungido con perfume mi cabeza; has llenado mi copa a rebosar.
Que sean siempre blancos tus vestidos, y que no falte nunca el perfume en tus cabellos.
En todo ese tiempo no comí nada especial, ni probé carne ni vino, ni usé ningún perfume.
que bebéis vino en tazones y os perfumáis con las esencias más finas sin afligiros por la ruina de José,
Lo que siembres no lo cosecharás, ni usarás el aceite de las aceitunas que exprimas, ni beberás el vino de las uvas que pises.
Por esto te digo: si ella ha amado mucho, es que sus muchos pecados le han sido perdonados. Pero a quien poco se le perdona, poco ama.
Báñate y perfúmate, y ponte tu mejor ropa. Baja luego a la era, pero no dejes que él se dé cuenta de que estás allí hasta que haya terminado de comer y beber.