Reparte sus bienes entre los pobres; su justicia permanece para siempre; su poder será gloriosamente exaltado.
Lucas 6:30 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Dale a todo el que te pida y, si alguien se lleva lo que es tuyo, no se lo reclames. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. Biblia Nueva Traducción Viviente Dale a cualquiera que te pida; y cuando te quiten las cosas, no trates de recuperarlas. Biblia Católica (Latinoamericana) Da al que te pide, y al que te quita lo tuyo, no se lo reclames. La Biblia Textual 3a Edicion A todo el que te pide, dale; y al que te quite lo tuyo, no se lo reclames. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dale a todo el que te pida; y no reclames nada de quien intenta quitarte lo tuyo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) A todo el que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. |
Reparte sus bienes entre los pobres; su justicia permanece para siempre; su poder será gloriosamente exaltado.
Dichoso el que piensa en el débil; el Señor lo librará en el día de la desgracia.
Servir al pobre es hacerle un préstamo al Señor; Dios pagará esas buenas acciones.
Comparte lo que tienes entre siete, y aun entre ocho, pues no sabes qué calamidad pueda venir sobre la tierra.
Al dedicarme al conocimiento de la sabiduría y a la observación de todo cuanto se hace en la tierra, sin poder conciliar el sueño ni de día ni de noche,
»Así también mi Padre celestial os tratará, a menos que cada uno perdone de corazón a su hermano».
Pero yo os digo: No resistáis al que os haga mal. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.
Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.
Dad más bien a los pobres de lo que está dentro, y así tendréis todo limpio.
Vended vuestros bienes y dad a los pobres. Proveeros de bolsas que no se desgasten; acumulad un tesoro inagotable en el cielo, donde no hay ladrón que aceche ni polilla que destruya.
Al oír esto, Jesús añadió: ―Todavía te falta una cosa: vende todo lo que tienes y repártelo entre los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.
Si alguien te pega en una mejilla, vuélvele también la otra. Si alguien te quita la camisa, no le impidas que se lleve también la capa.
Dad, y se os dará: se os pondrá en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midáis a otros se os medirá a vosotros».
Con mi ejemplo os he mostrado que es preciso trabajar duro para ayudar a los necesitados, recordando las palabras del Señor Jesús: “Hay más dicha en dar que en recibir”».
Ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que, aunque era rico, por causa de vosotros se hizo pobre, para que mediante su pobreza vosotros llegarais a ser ricos.
El que robaba, que no robe más, sino que trabaje honradamente con las manos para tener qué compartir con los necesitados.