«Has visto bien —dijo el Señor—, porque yo estoy alerta para que se cumpla mi palabra».
Juan 13:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y decís bien, porque lo soy. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. Biblia Nueva Traducción Viviente Ustedes me llaman “Maestro” y “Señor” y tienen razón, porque es lo que soy. Biblia Católica (Latinoamericana) Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. La Biblia Textual 3a Edicion Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y decís bien, porque lo soy. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Vosotros me llamáis 'el Maestro' y 'el Señor', y decís bien, porque lo soy. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Vosotros me llamáis Maestro, y Señor, y decís bien, porque lo soy. |
«Has visto bien —dijo el Señor—, porque yo estoy alerta para que se cumpla mi palabra».
así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.
―Supongo que aquel a quien más le perdonó —contestó Simón. ―Has juzgado bien —le dijo Jesús.
María era la misma que ungió con perfume al Señor y le secó los pies con sus cabellos.
Dicho esto, Marta regresó a la casa y, llamando a su hermana María, le dijo en privado: ―El Maestro está aquí y te llama.
Las dos hermanas mandaron a decirle a Jesús: «Señor, tu amigo querido está enfermo».
Por eso os advierto que nadie que esté hablando por el Espíritu de Dios puede maldecir a Jesús; ni nadie puede decir: «Jesús es el Señor» sino por el Espíritu Santo.
para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, de quien todo procede y para el cual vivimos; y no hay más que un solo Señor, es decir, Jesucristo, por quien todo existe y por medio del cual vivimos.
Y vosotros, amos, corresponded a esta actitud de vuestros esclavos, dejando de amenazarlos. Recordad que tanto ellos como vosotros tenéis un mismo Amo en el cielo, y que él no tienen favoritismos.
y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo
¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen, y tiemblan.