Luego Eliseo les dijo: «Esta no es la ciudad adonde ibais; habéis tomado un camino equivocado. Seguidme, que yo os llevaré adonde está el hombre que buscáis». Pero los llevó a Samaria.
Josué 2:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Pero la mujer, que ya había escondido a los espías, le respondió al rey: «Es cierto que unos hombres vinieron a mi casa, pero no sé quiénes eran ni de dónde venían. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pero la mujer había tomado a los dos hombres y los había escondido; y dijo: Es verdad que unos hombres vinieron a mí, pero no supe de dónde eran. Biblia Nueva Traducción Viviente Rahab, quien había escondido a los dos hombres, respondió: «Es cierto, los hombres pasaron por aquí, pero yo no sabía de dónde venían. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero la mujer escondió a los hombres y respondió: 'Esos hombres que llegaron a mi casa' La Biblia Textual 3a Edicion Pero la mujer ya había tomado a los dos hombres y los había ocultado. Ella pues respondió: Verdad es que los hombres vinieron a mí, pero yo no sabía de dónde eran, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero la mujer tomó a los dos hombres, los escondió y dijo luego: 'Es cierto que han llegado a mi casa unos hombres, pero yo no sabía de dónde eran. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero la mujer había tomado los dos hombres, y los había escondido; y dijo: Verdad que hombres vinieron a mí, mas no supe de dónde eran. |
Luego Eliseo les dijo: «Esta no es la ciudad adonde ibais; habéis tomado un camino equivocado. Seguidme, que yo os llevaré adonde está el hombre que buscáis». Pero los llevó a Samaria.
Las parteras respondieron: ―Resulta que las hebreas no son como las egipcias, sino que están llenas de vida y dan a luz antes de que lleguemos.
De igual manera, ¿no fue declarada justa por las obras aun la prostituta Rajab, cuando hospedó a los espías y les ayudó a huir por otro camino?
Así que le envió a Rajab el siguiente mensaje: «Echa fuera a los hombres que han entrado en tu casa, pues vinieron a espiar nuestro país».
Salieron cuando empezó a oscurecer, a la hora de cerrar las puertas de la ciudad, y no sé a dónde se fueron. Id tras ellos; tal vez los alcancéis».
Jericó, con todo lo que hay en ella, será destinada al exterminio como ofrenda al Señor. Solo se salvarán la prostituta Rajab y los que se encuentren en su casa, porque ella escondió a nuestros mensajeros.
Así Josué salvó a la prostituta Rajab, a toda su familia y todas sus posesiones, por haber escondido a los mensajeros que él había enviado a Jericó. Y, desde entonces, Rajab y su familia viven con el pueblo de Israel.