Génesis 18:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Abraham alzó la vista, y vio a tres hombres de pie cerca de él. Al verlos, corrió desde la entrada de la tienda a saludarlos. Inclinándose hasta el suelo, Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra, Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces levantó la vista y vio a tres hombres de pie cerca de allí. Cuando los vio, corrió a recibirlos, y se inclinó hasta el suelo en señal de bienvenida. Biblia Católica (Latinoamericana) Al levantar sus ojos, Abrahán vio a tres hombres que estaban parados a poca distancia. En cuanto los vio, corrió hacia ellos y se postró en tierra, La Biblia Textual 3a Edicion Y alzando sus ojos, miró, y he aquí tres varones erguidos frente a él. En cuanto los vio, corrió a su encuentro desde la puerta de su tienda y se postró a tierra, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Alzó los ojos y vio a tres hombres de pie delante de él. En cuanto los vio, corrió a su encuentro desde la entrada de la tienda, se postró en tierra, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se inclinó hacia la tierra, |
Luego aquellos visitantes se levantaron y partieron de allí en dirección a Sodoma. Abraham los acompañó para despedirlos.
Dos de los visitantes partieron de allí y se encaminaron a Sodoma, pero Abraham se quedó de pie frente al Señor.
dijo: ―Mi señor, si este tu siervo cuenta con tu favor, te ruego que no pases de largo.
Caía la tarde cuando los dos ángeles llegaron a Sodoma. Lot estaba sentado a la entrada de la ciudad. Al verlos, se levantó para recibirlos y se postró rostro en tierra.
Una tarde, salió a dar un paseo por el campo. De pronto, al levantar la vista, vio que se acercaban unos camellos.
José era el gobernador del país, y el que vendía trigo a todo el mundo. Cuando sus hermanos llegaron ante él, se postraron rostro en tierra.
Cuando José entró en su casa, le entregaron los regalos que le habían llevado y, rostro en tierra, se postraron ante él.
―Nuestro padre, tu siervo, se encuentra bien y todavía vive —respondieron ellos. Y en seguida le hicieron una reverencia para honrarlo.
Todavía estaba José en su casa cuando llegaron Judá y sus hermanos. Entonces se postraron rostro en tierra,
Los profetas de Jericó, al verlo, exclamaron: «¡El espíritu de Elías se ha posado sobre Eliseo!» Entonces fueron a su encuentro y se postraron ante él, rostro en tierra.
No os olvidéis de practicar la hospitalidad, pues gracias a ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.
Cierto día, Josué, que acampaba cerca de Jericó, levantó la vista y vio a un hombre de pie frente a él, espada en mano. Josué se le acercó y le preguntó: ―¿Eres tú de los nuestros, o del enemigo?
Pero el ángel del Señor se le apareció a ella y le dijo: «Eres estéril y no tienes hijos, pero vas a concebir y tendrás un hijo.
Rut se inclinó hacia la tierra, se postró sobre su rostro y exclamó: ―¿Cómo es que te he caído tan bien a ti, hasta el punto de fijarte en mí, siendo solo una extranjera?