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2 Corintios 10:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

pues, aunque vivimos en el mundo, no libramos batallas como lo hace el mundo.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Somos humanos, pero no luchamos como lo hacen los humanos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Humana es mi condición, pero no lo es mi combate.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Porque aunque vivimos en la carne, no militamos según la carne.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Porque, aunque vivimos en carne, no según la carne combatimos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne;

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Otras versiones



2 Corintios 10:3
11 Referencias Cruzadas  

Porque, cuando nuestra naturaleza pecaminosa aún nos dominaba, las malas pasiones que la ley nos despertaba actuaban en los miembros de nuestro cuerpo, y dábamos fruto para muerte.


Porque, si vivís conforme a ella, moriréis; pero, si por medio del Espíritu dais muerte a los malos hábitos del cuerpo, viviréis.


a fin de que las justas demandas de la ley se cumplieran en nosotros, que no vivimos según la naturaleza pecaminosa, sino según el Espíritu.


Al proponerme esto, ¿acaso lo hice a la ligera? ¿O es que hago mis planes según criterios meramente humanos, de manera que diga «sí, sí» y «no, no» al mismo tiempo?


Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas.


He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.


Timoteo, hijo mío, te doy este encargo porque tengo en cuenta las profecías que antes se hicieron acerca de ti. Deseo que, apoyado en ellas, pelees la buena batalla


He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe.


Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante.