La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




1 Samuel 1:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

No me tomes por una mala mujer. He pasado este tiempo orando debido a mi angustia y aflicción.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

No tengas a tu sierva por una mujer impía; porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

¡No piense que soy una mujer perversa! Pues he estado orando debido a mi gran angustia y a mi profundo dolor.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

No tomes a tu sirvienta por una mujer cualquiera; si me quedé tanto rato orando ha sido porque mi sufrimiento y mi pena son muy grandes'.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

No tengas a tu sierva por hija de Belial, porque de la abundancia de mis congojas y aflicciones he hablado hasta ahora.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

No tomes a tu sierva por una mujer perversa, pues sólo he hablado hasta ahora agobiada por mis muchas penas y aflicciones'.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

No tengas a tu sierva por una hija de Belial; pues por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora.

Ver Capítulo
Otras versiones



1 Samuel 1:16
11 Referencias Cruzadas  

¡Óyeme y respóndeme, porque mis angustias me perturban! Me aterran


que han surgido hombres perversos que descarrían a la gente y te dicen: “Vayamos a rendir culto a otros dioses”, dioses que vosotros no habéis conocido,


entonces deberás inquirir e investigar todo con sumo cuidado. Si se comprueba que tal hecho abominable ha ocurrido en medio de ti,


―No, mi señor; no he bebido ni vino ni cerveza. Soy solo una mujer angustiada que ha venido a desahogarse delante del Señor.


―Vete en paz —respondió Elí—. Que el Dios de Israel te conceda lo que le has pedido.


Pero algunos insolentes protestaron: «¿Y este es el que nos va a salvar?» Y fue tanto su desprecio por Saúl que ni le ofrecieron regalos. Saúl, por su parte, no les hizo caso.


Los hijos de Elí eran unos perversos que no tenían en cuenta al Señor.


No hagas tú caso de ese grosero de Nabal, pues le hace honor a su nombre, que significa “necio”. La necedad lo acompaña por todas partes. Yo, por mi parte, no vi a los mensajeros que tú, mi señor, enviaste.