Ustedes, los esclavos, deben obedecer en todo a sus amos aquí en la tierra. No lo hagan para quedar bien con ellos y sólo cuando los estén mirando. Más bien, háganlo con sinceridad y por respeto al Señor.
Lucas 7:2 - Biblia Lenguaje Sencillo (Nuevo Testamento) Allí vivía un capitán del ejército romano, que tenía un sirviente a quien amaba mucho. Ese sirviente estaba muy enfermo y a punto de morir. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y el siervo de un centurión, a quien este quería mucho, estaba enfermo y a punto de morir. Biblia Nueva Traducción Viviente En ese tiempo, un apreciado esclavo de un oficial romano estaba enfermo y a punto de morir. Biblia Católica (Latinoamericana) Había allí un capitán que tenía un sirviente muy enfermo al que quería mucho, y que estaba a punto de morir. La Biblia Textual 3a Edicion Y el siervo de cierto centurión, a quien éste estimaba mucho, estaba enfermo y a punto de morir. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Un centurión tenía enfermo y a punto de morir un criado por el que sentía una gran estima. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el siervo de un centurión, a quien este tenía en estima, estaba enfermo y a punto de morir. |
Ustedes, los esclavos, deben obedecer en todo a sus amos aquí en la tierra. No lo hagan para quedar bien con ellos y sólo cuando los estén mirando. Más bien, háganlo con sinceridad y por respeto al Señor.
El capitán romano vio lo que había pasado, alabó a Dios y dijo: 'En verdad, este era un hombre bueno'.
porque su única hija, que tenía doce años, se estaba muriendo. Jesús se fue con Jairo. Mucha gente los siguió y se amontonó alrededor de Jesús.
El oficial romano y los soldados que vigilaban a Jesús sintieron el terremoto y vieron todo lo que pasaba. Temblando de miedo dijeron: '¡Es verdad, este hombre era el Hijo de Dios!'
Pero el capitán no los dejó, porque quería salvar a Pablo. Ordenó que todos los que supieran nadar se tiraran al agua y llegaran a la playa,
Al día siguiente llegamos al puerto de Sidón. El capitán Julio trató bien a Pablo, pues lo dejó visitar a sus amigos en Sidón, y también permitió que ellos lo atendieran.
Cuando por fin decidieron mandarnos a Italia, Pablo y los demás prisioneros fueron entregados a un capitán romano llamado Julio, que estaba a cargo de un grupo especial de soldados al servicio del emperador.
Pablo llamó entonces a uno de los capitanes romanos y le dijo: --Este muchacho tiene algo importante que decirle al jefe de usted; llévelo con él.
El capitán fue y le contó esto al jefe de los soldados. Le dijo: --¿Qué va a hacer usted? ¡Este hombre es ciudadano romano!
Tan pronto como el ángel se fue, Cornelio llamó a dos de sus sirvientes y a un soldado de su confianza que amaba a Dios,
En la ciudad de Cesarea vivía un hombre llamado Cornelio. Era capitán de un grupo de cien soldados romanos, al que se conocía como Regimiento Italiano.
Cuando el capitán oyó hablar de Jesús, mandó a unos jefes de los judíos para que lo buscaran y le dijeran: 'Por favor, venga a mi casa y sane a mi sirviente'.