En ese mismo instante hubo un gran terremoto que destruyó la décima parte de la ciudad, y siete mil personas murieron. Los sobrevivientes tuvieron mucho miedo y alabaron a Dios, que está en el cielo.
Apocalipsis 11:19 - Biblia Lenguaje Sencillo (Nuevo Testamento) Entonces se abrieron las puertas del templo de Dios que está en el cielo, y dentro del templo podía verse el cofre de su pacto. Y hubo relámpagos, un resonar de truenos, un fuerte temblor de tierra y una gran lluvia de granizo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo. Biblia Nueva Traducción Viviente Después se abrió en el cielo el templo de Dios, y el arca de su pacto se podía ver dentro del templo. Salieron relámpagos, rugieron truenos y estruendos, y hubo un terremoto y una fuerte tormenta de granizo. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces se abrió el Santuario de Dios en el Cielo y pudo verse el arca de la Alianza de Dios dentro del Santuario. Se produjeron relámpagos, fragor y truenos, un terremoto y una fuerte granizada. La Biblia Textual 3a Edicion Y el santuario de Dios en el cielo se abrió, y en su santuario fue vista el arca de su pacto, y hubo relámpagos, y voces, y truenos, y un terremoto,° y grande granizo.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se abrió el santuario de Dios que está en el cielo y apareció el arca de su alianza en su santuario. Y hubo relámpagos y voces y truenos y terremoto y una gran granizada. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto fue vista en su templo. Y hubo relámpagos, y voces, y truenos, y un terremoto, y grande granizo. |
En ese mismo instante hubo un gran terremoto que destruyó la décima parte de la ciudad, y siete mil personas murieron. Los sobrevivientes tuvieron mucho miedo y alabaron a Dios, que está en el cielo.
El séptimo ángel tocó su trompeta, y en el cielo se oyeron fuertes voces que decían: 'Nuestro Dios y su Mesías ya gobiernan sobre todo el mundo; y reinarán para siempre'.
Luego en el cielo se vio algo muy grande y misterioso: Una mujer apareció envuelta en el sol. Tenía la luna debajo de sus pies, y llevaba en la cabeza una corona con doce estrellas.
Entonces oí una fuerte voz que salía del templo, y que les decía a los siete ángeles: 'Vayan y vacíen las siete copas que representan el enojo de Dios'.
Y hubo relámpagos, voces, truenos y un gran terremoto, más terrible que todos los terremotos que han sacudido a la tierra desde que hay gente en ella.
y del cielo cayeron grandes granizos sobre la gente. Los granizos parecían rocas, pues pesaban más de cuarenta kilos. Y la gente insultó y ofendió a Dios, porque aquellos terribles granizos fueron un castigo muy duro.
Entonces vi el cielo abierto, y allí estaba un caballo blanco. El que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, porque él era justo cuando gobernaba o cuando iba a la guerra.
Después de esto, vi una puerta abierta en el cielo. Entonces la voz que había escuchado al principio, y que resonaba tan fuerte como una trompeta, me dijo: '¡Acércate!, voy a enseñarte lo que está por suceder'.
Del trono salían relámpagos, ruidos y truenos, y frente a él ardían siete antorchas, que son los siete espíritus de Dios.
'Por eso están ahora delante del trono de Dios, y día y noche le sirven en su templo. 'Dios estará con ellos, y los protegerá.
Entonces el ángel tomó el tazón y lo llenó con los carbones encendidos que estaban sobre el altar. Luego, lanzó todo sobre la tierra, y por todos lados hubo un resonar de truenos, y relámpagos, y un fuerte temblor de tierra.
El primer ángel tocó su trompeta, y desde el cielo cayeron granizo y fuego mezclados con sangre. Se quemó la tercera parte de la tierra, y también la tercera parte de todos los árboles y de toda la hierba.