La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




2 Corintios 10:6 - Biblia Lenguaje Sencillo (Nuevo Testamento)

Estamos dispuestos a castigar a todo el que no obedezca a Cristo, comenzando por ustedes, hasta que llegue el día en que todos lo obedezcan.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

y una vez que ustedes lleguen a ser totalmente obedientes, castigaremos a todo el que siga en desobediencia.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

y estamos dispuestos a castigar toda desobediencia en cuanto contemos con la total obediencia de ustedes.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

estando dispuestos a castigar° toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea completa.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

y estamos dispuestos a castigar cualquier rebeldía, cuando se haya logrado vuestra sumisión.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y estando prestos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia fuere perfecta.

Ver Capítulo
Otras versiones



2 Corintios 10:6
12 Referencias Cruzadas  

Están orgullosos de tener la Biblia, pero no la obedecen y son una vergüenza para Dios.


¿Cómo quieren que vaya a visitarlos? ¿Con un palo en la mano, o con mucho cariño y ternura?


Y les escribo antes de ir a verlos, para que tengan tiempo de cambiar, y así no tenga yo que tratarlos con dureza cuando llegue. La autoridad que Dios me ha dado, es para ayudarlos a confiar más en él y no para destruirlos. Despedida


La segunda vez que los visité, les advertí que iba a ser duro con los que habían pecado y con todos los que pecaran después. Ahora que estoy lejos de ustedes, lo vuelvo a repetir.


La carta que les escribí era para saber si realmente están dispuestos a obedecerme en todo.


Tito recuerda que todos lo obedecieron y lo respetaron mucho. Por eso los quiere más todavía.


Por eso, cuando yo vaya a visitarlos, le llamaré la atención, porque anda hablando mal de nosotros. Y no sólo eso, sino que tampoco recibe a los seguidores de Cristo que llegan de otras partes. Y si alguien quiere recibirlos en su casa, se lo prohíbe y lo echa de la iglesia.