La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




1 Corintios 13:12 - Biblia Lenguaje Sencillo (Nuevo Testamento)

Ahora conocemos a Dios de manera no muy clara, como cuando vemos nuestra imagen reflejada en un espejo a oscuras. Pero, cuando todo sea perfecto, veremos a Dios cara a cara. Ahora lo conozco de manera imperfecta; pero cuando todo sea perfecto, podré conocerlo tan bien como él me conoce a mí.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Ahora vemos todo de manera imperfecta, como reflejos desconcertantes, pero luego veremos todo con perfecta claridad. Todo lo que ahora conozco es parcial e incompleto, pero luego conoceré todo por completo, tal como Dios ya me conoce a mí completamente.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Así también en el momento presente vemos las cosas como en un mal espejo y hay que adivinarlas, pero entonces las veremos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré como soy conocido.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Porque aún ahora vemos mediante espejo, veladamente;° pero entonces, cara a cara; ahora conozco en parte, pero entonces conoceré plenamente, conforme fui conocido.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Porque, ahora vemos mediante un espejo, borrosamente; entonces, cara a cara. Ahora conozco de modo parcial, entonces conoceré plenamente, con la perfección con que soy conocido.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y ahora vemos a través de un cristal, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara; ahora conozco en parte; mas entonces conoceré como soy conocido.

Ver Capítulo
Otras versiones



1 Corintios 13:12
20 Referencias Cruzadas  

'Recuerden: No desprecien a ninguno de estos pequeños, porque a ellos los cuidan los ángeles más importantes de Dios. La oveja


Dios bendice a los que tienen un corazón puro, pues ellos verán a Dios.


Estoy seguro de que los sufrimientos por los que ahora pasamos no son nada, si los comparamos con la gloriosa vida que Dios nos dará junto a él.


Alguna vez fui niño. Y mi modo de hablar, mi modo de entender las cosas, y mi manera de pensar eran los de un niño. Pero ahora soy una persona adulta, y todo eso lo he dejado atrás.


Pero Dios reconoce a todo aquel que lo ama.


Pero aunque no lo podamos ver, confiamos en él.


Con esto no quiero decir que yo haya logrado ya hacer todo lo que les he dicho, ni tampoco que ya sea yo perfecto. Pero sí puedo decir que sigo adelante, luchando por alcanzar esa meta, pues para eso me salvó Jesucristo.


Queridos hermanos, ¡nosotros ya somos hijos de Dios! Y aunque todavía no sabemos cómo seremos en el futuro, sí sabemos que cuando Jesucristo aparezca otra vez nos pareceremos a él, porque lo veremos como él es en realidad.


Todos podrán ver a Dios cara a cara, y el nombre de Dios estará escrito en sus frentes.