Jesús le respondió: --Tú no sabes lo que Dios quiere darte, y tampoco sabes quién soy yo. Si lo supieras, tú me pedirías agua, y yo te daría el agua que da vida.
1 Corintios 10:4 - Biblia Lenguaje Sencillo (Nuevo Testamento) Cristo los acompañaba, y era la roca espiritual que les dio agua para calmar su sed. Todos bebieron de esa agua espiritual. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. Biblia Nueva Traducción Viviente y todos bebieron la misma agua espiritual. Pues bebieron de la roca espiritual que viajaba con ellos, y esa roca era Cristo. Biblia Católica (Latinoamericana) y bebieron la misma bebida espiritual; el agua brotaba de una roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. La Biblia Textual 3a Edicion y todos bebieron la misma bebida espiritual,° porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la Roca era el Mesías. Biblia Serafín de Ausejo 1975 todos bebieron la misma bebida sobrenatural, es decir, bebían de la roca sobrenatural que los seguía; y la roca era el Cristo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la Roca espiritual que los seguía, y la Roca era Cristo. |
Jesús le respondió: --Tú no sabes lo que Dios quiere darte, y tampoco sabes quién soy yo. Si lo supieras, tú me pedirías agua, y yo te daría el agua que da vida.
pero el que beba del agua que yo doy nunca más tendrá sed. Porque esa agua es como un manantial del que brota vida eterna.
El último día de la fiesta de las Enramadas era el más importante. Ese día, Jesús se puso en pie y dijo con voz fuerte: 'El que tenga sed, venga a mí.
Todo eso no era más que la sombra engañosa de lo que estaba por venir. Lo real y verdadero es Cristo.
La ley de Moisés era sólo una muestra de lo bueno que Dios nos iba a dar, y no lo que en verdad nos daría. Por eso, la ley nunca puede hacer perfectos a los que cada año van al santuario a ofrecer a Dios los mismos sacrificios de siempre.
El Espíritu de Dios y la esposa del Cordero dicen: '¡Ven, Señor Jesús!' Y todos los que estén escuchando digan: '¡Ven, Señor Jesús!' Y el que tenga sed y quiera agua, que venga y tome gratis del agua que da vida eterna.