Y dijo la mujer a Elías: «He aquí, he conocido que tú eres un hombre de Dios, y que es verdad que el verbo del Señor está en tu boca.»
Juan 3:2 - Biblia Jünemann Septuaginta en español éste vino a él de noche, y díjole: «Maestro, sabemos que de Dios has venido, maestro(a), pues nadie puede estas señales hacer que tú haces, si no fuese Dios con él». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. Biblia Nueva Traducción Viviente Una noche, fue a hablar con Jesús: —Rabí —le dijo—, todos sabemos que Dios te ha enviado para enseñarnos. Las señales milagrosas que haces son la prueba de que Dios está contigo. Biblia Católica (Latinoamericana) Rabbí, sabemos que has venido de parte de Dios como maestro, porque nadie puede hacer señales milagrosas como las que tú haces, a no ser que Dios esté con él. La Biblia Textual 3a Edicion Éste vino a Él de noche, y le dijo: Rabbí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que Tú haces, si no está Dios con Él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Éste fue de noche a ver a Jesús y le dijo: ' Rabbí, nosotros lo sabemos: tú has venido de parte de Dios en calidad de maestro. Porque nadie puede hacer esas señales que tú haces, si Dios no está con él'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Este vino a Jesús de noche y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios por maestro; pues nadie puede hacer los milagros que tú haces, si no está Dios con él. |
Y dijo la mujer a Elías: «He aquí, he conocido que tú eres un hombre de Dios, y que es verdad que el verbo del Señor está en tu boca.»
Oídme, los que sabéis juicio, pueblo, cuya ley mía en vuestro corazón, no temáis oprobio de hombres; y por el desprecio de ellos no os aniquiléis.
Y le juró el rey, diciendo: «¡Vive el Señor, que nos ha hecho esta alma, que ni te mataré, ni te daré en manos de estos hombres!
Y le envían los discípulos de ellos con los herodianos, diciendo: «Maestro, sabemos que veraz eres: y el camino de Dios en verdad enseñas: y que no te importa de nadie, porque no miras a faz de hombres;
vosotros, empero, no os llaméis rabbí, que uno es vuestro maestro, y todos vosotros hermanos sois.
Y, viniendo, dícenle: «Maestro, sabemos que veraz eres y no te importa de nadie; que no miras a la faz de los hombres, sino en verdad el camino de Dios enseñas: ¿Es lícito dar censo a César o no? ¿Daremos o no daremos?»
a las obras creed, para que conozcáis y reconozcáis que ¡en mí, el Padre, y yo, en el Padre!»
¿No crees que yo en el Padre, y el Padre en mí está? Las palabras que yo os digo, de mí mismo no hablo; pero el Padre, en mí permaneciendo, hace las obras de él.
Si las obras no hubiese yo hecho en ellos que ningún otro ha hecho, pecado no tuvieran; mas ahora, y han visto y aborrecido; y a mí y a mi Padre.
Esta hizo principio(g) de las señales Jesús, en Caná de la Galilea; y manifestó su gloria; y creyeron en él sus discípulos.
Dícela Jesús: «¡María! Volviéndose aquélla, dícele en hebreo: «¡Rabbuní!» (que se dice: Maestro).
Y vinieron a Juan y dijéronle: «Maestro, el que estaba contigo allende el Jordán; a quien tú has testimoniado, he aquí éste bautiza, y todos van a él».
Mas yo tengo testimonio mayor que el de Juan; pues las obras que ha dado el Padre para que yo las cumpla; las obras mismas que hago, atestiguan acerca de mí que el Padre me ha enviado.
y seguíale turba mucha; pues veían las señales que hacía sobre los que estaban enfermos.
Y de la turba muchos creyeron en él; y decían. «El Cristo, cuando viniere ¿acaso más señales hará que éste ha hecho?»
Decían, pues, de entre los fariseos algunos: «No es éste de Dios —el hombre, porque el sábado no guarda». Otros decían: «¿Cómo puede un hombre pecador tales señales hacer?» Y escisión había en ellos.
cómo ungióle Dios con Espíritu Santo y fuerza; el cual pasó bien haciendo y sanando a todos los esclavizados por el diablo; pues Dios era con él.
Varones israelitas, oíd estas palabras: a Jesús, el Nazareno, hombre declarado por Dios a vosotros con potestades, y prodigios y señales; que hizo, por él, Dios, en medio de vosotros, según vosotros mismos sabéis:
y que los más de los hermanos, en Señor confiados, por mis prisiones, más abundantemente osan inmedrosamente la palabra de Dios hablar.
Y tomó Gedeón diez varones de sus siervos e hizo al modo que le habló el Señor; y aconteció que, como temiese la casa de su padre y a los varones de la ciudad para hacer de día, hizo de noche.