Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre.
Mateo 24:44 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Por tanto, también vosotros estad apercibidos; porque el Hijo del hombre ha de venir a la hora que no pensáis. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis. Biblia Nueva Traducción Viviente Ustedes también deben estar preparados todo el tiempo, porque el Hijo del Hombre vendrá cuando menos lo esperen. Biblia Católica (Latinoamericana) Por eso, estén también ustedes preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que menos esperan. La Biblia Textual 3a Edicion Por esto, vosotros también estad preparados, porque el Hijo del Hombre viene a la hora que no pensáis.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por eso mismo, estad también vosotros preparados; que a la hora en que menos lo penséis llegará el Hijo del hombre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por tanto, también vosotros estad apercibidos; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis. |
Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre.
Pero sabed esto, que si el padre de la familia supiese a cuál hora el ladrón había de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.
Y mientras que ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban apercibidas, entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.
Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir.
Pero esto sabed, que si supiese el padre de familia a qué hora había de venir el ladrón, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa.
Vosotros pues también, estad apercibidos; porque a la hora que no pensáis, el Hijo del hombre vendrá.
Velad pues, orando a todo tiempo, que seáis tenidos por dignos de evitar todas estas cosas que han de venir, y de estar en pie delante del Hijo del hombre.
Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados. He aquí, el juez está delante de la puerta.
Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque son venidas las bodas del Cordero, y su mujer se ha aparejado.