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Lucas 6:30 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

Y a cualquiera que te pidiere, da; y al que tomare lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Dale a cualquiera que te pida; y cuando te quiten las cosas, no trates de recuperarlas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Da al que te pide, y al que te quita lo tuyo, no se lo reclames.

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La Biblia Textual 3a Edicion

A todo el que te pide, dale; y al que te quite lo tuyo, no se lo reclames.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Dale a todo el que te pida; y no reclames nada de quien intenta quitarte lo tuyo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

A todo el que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva.

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Otras versiones



Lucas 6:30
29 Referencias Cruzadas  

Pe Esparce, da a los pobres, Tsade su justicia permanece para siempre; Cof su cuerno será ensalzado en gloria.


Al Vencedor: Salmo de David. Bienaventurado el que entiende sobre el pobre; en el día malo lo librará el SEÑOR.


Al SEÑOR presta el que da al pobre, y él le dará su paga.


Hay quien todo el día codicia; mas el justo da, y sigue dando.


El ojo misericordioso será bendito, porque dio de su pan al menesteroso.


Reparte a siete, y aun a ocho; porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra.


Por lo cual yo di mi corazón a conocer sabiduría, y a ver la ocupación que se hace sobre la tierra (porque hay quien ni de noche ni de día ve sueño en sus ojos).


Así también hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonareis de vuestros corazones cada uno a su hermano sus ofensas.


Mas yo os digo: No resistáis con mal; antes a cualquiera que te hiriere en tu mejilla diestra, vuélvele también la otra;


Y suéltanos nuestras deudas, como también nosotros soltamos a nuestros deudores.


Pero de lo que os resta, dad limosna; y he aquí todo os será limpio.


Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejecen, tesoro en los cielos que nunca falta; donde ladrón no llega, ni polilla corrompe.


Y Jesús, oído esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.


Y al que te hiriere en la mejilla, dale también la otra; y al que te quitare la capa, ni aun el sayo le defiendas.


Y como queréis que os hagan los hombres, así hacedles también vosotros.


Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida, y rebosando darán en vuestro seno; porque con la misma medida que midiereis, os será vuelto a medir.


En todo os he enseñado que, trabajando así, es necesario sobrellevar a los enfermos, y tener presente las palabras del Señor Jesús, el cual dijo: Más bienaventurada cosa es dar que recibir.


Porque ya sabéis la gracia del Señor nuestro Jesús, el Cristo, que por amor de vosotros se hizo pobre, siendo rico; para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.


El que hurtaba, no hurte más; antes trabaje, obrando con sus manos lo que es bueno, para que tenga de qué dar al que padeciere necesidad.