Y la casa estaba llena de hombres y mujeres; y todos los príncipes de los filisteos estaban allí; y sobre el techo había como tres mil hombres y mujeres, que estaban mirando el escarnio de Sansón.
Jueces 9:51 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras En medio de aquella ciudad había una torre fuerte, a la cual se retiraron todos los hombres y mujeres, y todos los señores de la ciudad; y cerrando tras sí las puertas , se subieron al techo de la torre. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 En medio de aquella ciudad había una torre fortificada, a la cual se retiraron todos los hombres y las mujeres, y todos los señores de la ciudad; y cerrando tras sí las puertas, se subieron al techo de la torre. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero había una torre fuerte dentro de la ciudad, y todos los habitantes, hombres y mujeres, corrieron a refugiarse allí. Se atrincheraron en su interior y subieron al techo de la torre. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero había dentro de la ciudad una torre fortificada en la que se refugiaron hombres y mujeres, toda la gente noble de la ciudad. Cerraron la puerta tras ellos y se subieron a la terraza de la torre. La Biblia Textual 3a Edicion Pero en medio de la ciudad había una torre fuerte, donde estaban refugiados todos los hombres y mujeres, los habitantes todos de la ciudad, los cuales, encerrándose dentro, habían subido a la azotea de la torre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Había una torre fortificada en el centro de la ciudad, donde se refugiaron todos los hombres y mujeres y todos los principales de la ciudad, aseguraron los cerrojos y se subieron a la terraza de la torre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En medio de aquella ciudad había una torre fuerte, a la cual se retiraron todos los hombres y mujeres, y todos los habitantes de la ciudad; y cerrando tras sí las puertas, se subieron al piso alto de la torre. |
Y la casa estaba llena de hombres y mujeres; y todos los príncipes de los filisteos estaban allí; y sobre el techo había como tres mil hombres y mujeres, que estaban mirando el escarnio de Sansón.
Y vino Abimelec a la torre, y combatiéndola, llegó a la puerta de la torre para pegarle fuego.