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Éxodo 9:21 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

mas el que no puso en su corazón la palabra del SEÑOR, dejó sus siervos y sus ganados en el campo.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

mas el que no puso en su corazón la palabra de Jehová, dejó sus criados y sus ganados en el campo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

pero los que no hicieron caso a la palabra del Señor dejaron a los suyos a la intemperie.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

pero aquellos que no hicieron caso a la palabra de Yavé los dejaron en el campo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero el que no puso en su corazón la palabra de YHVH, dejó a sus siervos y sus ganados en el campo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

pero los que no prestaron oídos a la palabra de Yahveh dejaron a sus siervos y a sus ganados en el campo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas el que no puso en su corazón la palabra de Jehová, dejó sus criados y sus ganados en el campo.

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Otras versiones



Éxodo 9:21
11 Referencias Cruzadas  

Poned, pues , ahora vuestros corazones y vuestros ánimos en buscar al SEÑOR vuestro Dios; y levantaos, y edificad el santuario del SEÑOR Dios, para traer el arca del pacto del SEÑOR, y lo santos vasos de Dios, a la Casa edificada al nombre del SEÑOR.


Si él pusiese sobre el hombre su corazón, y recogiese así su espíritu y su aliento,


¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas, y que pongas sobre él tu corazón,


Y tornando el Faraón se volvió a su casa, y aun con esto no se convirtió.


De los siervos del Faraón, el que temió la palabra del SEÑOR, hizo huir sus siervos y su ganado a casa;


Y el SEÑOR dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que venga granizo en toda la tierra de Egipto sobre los hombres, y sobre las bestias, y sobre toda la hierba del campo en la tierra de Egipto.


El avisado ve el mal, y se esconde; mas los simples pasan, y reciben el daño.


Y yo miré, y lo puse en mi corazón; lo vi, y tomé castigo.


Y me habló aquel varón, diciendo: Hijo de hombre, mira con tus ojos, y oye con tus oídos, y pon tu corazón a todas las cosas que te muestro; porque para que yo te las mostrase eres traído aquí. Cuenta todo lo que ves a la Casa de Israel.


Y me dijo: Daniel, no temas, porque desde el primer día que diste tu corazón a entender, y a afligir tu alma delante de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y yo soy venido a causa de tus palabras.


Y al tiempo que se moría, le decían las que estaban junto a ella: No tengas temor, porque has dado a luz un hijo. Mas ella no respondió, ni paró atención.