Y cubrió la Casa mayor con madera de haya, la cual cubrió de buen oro, e hizo resaltar sobre ella palmas y cadenas.
Éxodo 39:15 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Hicieron también sobre el pectoral las cadenillas de hechura de trenza, de oro puro. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Hicieron también sobre el pectoral los cordones de forma de trenza, de oro puro. Biblia Nueva Traducción Viviente Para fijar el pectoral al efod, prepararon cordones trenzados de hilo de oro puro. Biblia Católica (Latinoamericana) Hicieron para el Pectoral cadenillas de oro puro, trenzadas a manera de cordones. La Biblia Textual 3a Edicion Para el pectoral hicieron cadenillas trenzadas como cordón, obra de oro puro. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pusieron sobre el pectoral cadenillas de oro puro, trenzadas en forma de cordón. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Hicieron también sobre el pectoral las cadenas pequeñas de hechura de trenza, de oro puro. |
Y cubrió la Casa mayor con madera de haya, la cual cubrió de buen oro, e hizo resaltar sobre ella palmas y cadenas.
y dos cadenillas de oro fino; las cuales harás de hechura de trenza; y fijarás las cadenas de hechura de trenza en los engastes.
Las piedras eran conforme a los nombres de los hijos de Israel, doce conforme a los nombres de ellos; como grabaduras de sello, cada una conforme a su nombre según las doce tribus.
Hicieron asimismo los dos engastes y los dos anillos, de oro; y pusieron los dos anillos de oro en los dos extremos del pectoral.
Hermosas son tus mejillas entre los zarcillos, tu cuello entre los collares.
y yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano.
Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu Nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición; para que la Escritura se cumpliese.
para vosotros que sois guardados en la virtud de Dios por fe, para alcanzar la salud que está aparejada para ser manifestada en el postrer tiempo.
Judas, siervo de Jesús, el Cristo, y hermano de Jacobo, a los llamados, santificados en Dios Padre, y conservados en Jesús, el Cristo: