Maquir tomó mujer para Jup n y Sup n. El nombre de su hermana era Maacá. El nombre del segundo era Selofjad. Selofjad sólo tuvo hijas.
Números 27:1 - Biblia Castilian 2003 Acercáronse entonces las hijas de Selofjad, hijo de Jéfer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés, hijo de José. Se llamaban Majlá, Noá, Joglá, Milcá y Tirsá. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Vinieron las hijas de Zelofehad hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés hijo de José, los nombres de las cuales eran Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa; Biblia Nueva Traducción Viviente Cierto día las hijas de Zelofehad —Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa— presentaron una petición. Zelofehad, su padre, era descendiente de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, hijo de José. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces se acercaron las hijas de Selofjad, hijo de Jefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, que fue hijo de José. Sus nombres eran: Majlá, Noá, Joglá, Milcá y Tirsá. La Biblia Textual 3a Edicion Se acercaron entonces las hijas de Zelofejad ben Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés ben José, cuyos nombres eran Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Acercáronse entonces las hijas de Selofjad, hijo de Jéfer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés, hijo de José. Se llamaban Majlá, Noá, Joglá, Milcá y Tirsá. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y las hijas de Zelofehad, hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés, hijo de José, los nombres de las cuales eran Maala, y Noa, y Hogla, y Milca, y Tirsa, llegaron; |
Maquir tomó mujer para Jup n y Sup n. El nombre de su hermana era Maacá. El nombre del segundo era Selofjad. Selofjad sólo tuvo hijas.
Selofjad, hijo de Jéfer, no tuvo hijos, sino solamente hijas; los nombres de las hijas de Selofjad eran: Majlá, Noá, Joglá, Milcá y Tirsá.
Se presentaron ante Moisés y el sacerdote Eleazar, los pr ncipes y toda la comunidad, a la entrada de la tienda del encuentro, y dijeron:
Ya no hay jud o ni griego; ya no hay esclavo ni libre; ya no hay varón ni mujer, pues todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.