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Números 24:4 - Biblia Castilian 2003

oráculo del que oye las palabras de Dios, del que ve la visión de Sadday, del que, al caer, se le abren los ojos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Dijo el que oyó los dichos de Dios, El que vio la visión del Omnipotente; Caído, pero abiertos los ojos:

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Biblia Nueva Traducción Viviente

el mensaje del que oye las palabras de Dios, del que ve una visión que proviene del Todopoderoso, y se inclina con los ojos abiertos:

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Biblia Católica (Latinoamericana)

oráculo del que escucha las palabras de Dios, que ve lo que el Dios de la Estepa le da a ver, que se postra, y Dios le abre los ojos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Oráculo del que oye los dichos de Dios, Que contempla la visión de ’El- Shadday, Caído, pero con los ojos abiertos:

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

oráculo del que oye las palabras de Dios, del que ve la visión de Sadday, del que, al caer, se le abren los ojos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Dijo el que oyó las palabras de Dios, el que vio la visión del Todopoderoso, cayendo en éxtasis, pero con sus ojos abiertos:

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Otras versiones



Números 24:4
20 Referencias Cruzadas  

Después de estos sucesos, Yahveh dirigió la palabra a Abrán en una visión, diciéndole: 'No temas, Abrán. Yo soy tu escudo; tu recompensa será muy grande'.


Cuando empezaba a declinar el sol, cayó un sopor sobre Abrán y un pavor y una densa oscuridad le sobrecogieron.


Respondió él: 'He visto a todo Israel disperso por los montes, como ovejas que no tienen pastor. Y Yahveh dijo: no tienen due o; que cada cual vuelva en paz a su casa'.


Del Se or es nuestro escudo y del santo de Israel es nuestro rey.


Como la apariencia del arco iris que hay en las nubes un d a de lluvia, as era la apariencia del resplandor que hab a alrededor: tal era la apariencia de la figura de la imagen de Yahveh. Al verlo, ca de bruces y o la voz de uno que hablaba.


y les dijo Yahveh: 'Escuchad bien mis palabras: si hay entre vosotros un profeta, yo, Yahveh, me revelaré a él en visión, y le hablaré en sue os.


Dios vino a Balaán durante la noche y le dijo: '¿No han venido a buscarte esos hombres? Levántate, vete con ellos, pero no harás más que lo que yo te diga'.


Yahveh abrió entonces los ojos de Balaán, quien, viendo al ángel de Yahveh de pie en el camino con la espada desenvainada, se arrodilló y se postró rostro en tierra.


Y pronunció su oráculo diciendo: 'Oráculo de Balaán, hijo de Beor, oráculo del hombre que ve lo secreto;


¡Qué hermosas son tus tiendas, oh Jacob, y tus campamentos, oh Israel!


Sintió hambre y quiso comer. Mientras se lo preparaban, entró en éxtasis


En tanto Pedro le daba vueltas a la visión, dijo el Esp ritu: 'Tres hombres te buscan;


Al regresar a Jerusalén, mientras oraba en el templo, tuve un éxtasis,


Fui arrebatado en esp ritu, el d a del Se or, y o detrás de m una gran voz, como de trompeta,


Cuando lo vi, ca como muerto a sus pies. Él puso su diestra sobre m y me dijo: 'No temas. Yo soy el primero y el último


Se quitó sus vestidos y fue presa del mismo entusiasmo en presencia de Samuel. Luego quedó tendido en tierra, desnudo, durante todo el d a y toda la noche. Por eso se suele decir: '¿También Saúl entre los profetas?'.