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Números 12:2 - Biblia Castilian 2003

Dec an: '¿Es que sólo con Moisés ha hablado Yahveh? ¿Acaso no ha hablado también con nosotros?'. Y Yahveh lo oyó.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Dijeron: «¿Ha hablado el Señor solamente por medio de Moisés? ¿Acaso no ha hablado también a través de nosotros?». Y el Señor los oyó.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

¿Acaso Yavé, decían, sólo hablará por medio de Moisés? ¿No habló también por nuestro intermedio? Y Yavé lo oyó.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Dijeron: ¿Acaso solamente a través de Moisés habla YHVH? ¿No ha hablado también por nosotros? Y YHVH lo oyó.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Decían: '¿Es que sólo con Moisés ha hablado Yahveh? ¿Acaso no ha hablado también con nosotros?'. Y Yahveh lo oyó.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová.

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Otras versiones



Números 12:2
22 Referencias Cruzadas  

Concibió de nuevo y dio a luz otro hijo, y a adió: 'En verdad, ha o do Yahveh que yo era desde ada, y me ha dado también éste'. Y le llamó Simeón.


Pasado el luto, mandó David traerla a su casa y la tomó por esposa. Ella le dio a luz un hijo. Pero la acción de David resultó desagradable a los ojos de Yahveh.


Quizá Yahveh, tu Dios, habrá o do todas las palabras del copero mayor, enviado por el rey de Asiria, su se or, para insultar al Dios vivo, y le castigue por las palabras que Yahveh, tu Dios, ha o do. Eleva, pues, una plegaria por el resto que aún queda'.


Se irritó entonces Yahveh contra Moisés, y le dijo: '¿No está acaso ah tu hermano Aarón, el levita? Yo sé que él habla bien. Va a salir a tu encuentro y, al verte, se alegrará en su corazón.


Aarón les contó todo lo que Yahveh hab a dicho a Moisés, y éste hizo los prodigios a la vista del pueblo.


Después, Moisés y Aarón se presentaron al Faraón y le dijeron: 'As ha hablado Yahveh, el Dios de Israel: deja partir a mi pueblo para que me celebren fiesta en el desierto'.


Moisés y Aarón se presentaron al Faraón e hicieron tal y como lo hab a ordenado Yahveh. Aarón arrojó su cayado ante el Faraón y sus servidores y el cayado se convirtió en serpiente.


El orgullo sólo ocasiona disputas; con los humildes está la sabidur a.


Quizá Yahveh, tu Dios, habrá o do las palabras del copero mayor, enviado por el rey de Asiria, su se or, para insultar al Dios vivo, y le castigue por las palabras que Yahveh, tu Dios, ha o do. Eleva, pues, una plegaria por el resto que aún queda'.


Yo te saqué de la tierra de Egipto, te rescaté de la casa de esclavitud y envié delante de ti a Moisés, a Aarón y a Mar a.


Aconteció que el pueblo profirió amargos lamentos que sonaron mal a los o dos de Yahveh. Yahveh lo oyó, se encendió su ira y ardió contra ellos un fuego de Yahveh que devoró un extremo del campamento.


Le respondió Moisés: '¿Estás celoso por m ? ¡Ojalá que todo el pueblo de Yahveh fuera profeta, y pusiera Yahveh su esp ritu en ellos!'.


Moisés era un hombre muy humilde, más que cualquier otro hombre de sobre la faz de la tierra.


Se amotinaron contra Moisés y Aarón, y les dijeron: '¡Habéis ido demasiado lejos! Pues que toda la comunidad, todos ellos, son santos, y en medio de ellos está Yahveh, ¿con qué derecho os ponéis por encima de la asamblea de Yahveh?'.


Amaos cordialmente los unos a los otros con el cálido afecto de hermanos. En cuanto a la deferencia, tened por más dignos a los demás.


En virtud de la gracia que me ha sido otorgada, digo, pues, a cada uno de vosotros: que nadie tenga de s mismo estimación superior a la que debe tener, sino que se estime con la debida moderación, según la medida de fe que Dios ha concedido a cada uno.


Hacedlo todo sin murmuraciones y sin discusiones,


Nada hagáis por rivalidad ni por vanagloria, sino más bien con humildad. Que cada cual considere que los otros le son superiores


De igual modo, vosotros, jóvenes, someteos a los presb teros. Revest os todos de humildad en servicio mutuo, porque Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes.