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Lucas 8:3 - Biblia Castilian 2003

Juana, la mujer de Cusa, administrador de Herodes; Susana y otras muchas, que les ayudaban con sus propios bienes.

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Biblia Reina Valera 1960

Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Juana, la esposa de Chuza, administrador de Herodes; Susana; y muchas otras que contribuían con sus propios recursos al sostén de Jesús y sus discípulos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Juana, mujer de un administrador de Herodes, llamado Cuza; Susana, y varias otras que los atendían con sus propios recursos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

y Juana, mujer de Chuza, mayordomo de Herodes, y Susana, y otras muchas que los° servían con sus bienes.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Juana, la mujer de Cusa, administrador de Herodes; Susana y otras muchas, que les ayudaban con sus propios bienes.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y Juana, esposa de Chuza, mayordomo de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes.

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Lucas 8:3
19 Referencias Cruzadas  

Porque, ¿quién soy yo y quién mi pueblo para que podamos hacerte estas ofrendas? Todo viene de ti, y de tus manos proviene lo que te damos.


Su ganancia y su lucro serán consagrados a Yahveh, no serán almacenados ni guardados, sino que su tráfico será para los que moran ante Yahveh, para que coman a saciedad y se vistan espléndidamente.


En aquel tiempo llegó a o dos del tetrarca Herodes la fama de Jesús


Efectivamente, Herodes hab a arrestado a Juan y lo hab a encadenado y metido en la cárcel por causa de Herod as, mujer de su hermano Filipo,


Pero en el cumplea os de Herodes, salió a bailar la hija de Herod as delante de todos; y le agradó tanto a Herodes,


Entrando en la casa, vieron al ni o con Mar a, su madre y, postrados en tierra, lo adoraron. Abrieron luego sus cofres y le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.


Al atardecer, dice el se or de la vi a a su administrador: 'Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando por los últimos y acabando por los primeros'.


Y el rey les responderá: 'Os lo aseguro: todo lo que hicisteis con uno de estos hermanos más peque os, conmigo lo hicisteis'.


Porque a los pobres siempre los tenéis con vosotros; pero a m no me tendréis siempre.


Hab a también all muchas mujeres que miraban desde lejos, las cuales hab an seguido a Jesús desde Galilea para servirle.


Contaban estas cosas a los apóstoles Mar a Magdalena, Juana, Mar a la de Santiago y las demás que las acompa aban.


Esto lo dijo no porque le preocuparan los pobres, sino porque era ladrón y, como estaba encargado de la bolsa, robaba de lo que se depositaba en ella.


Hab a en la Iglesia de Antioqu a profetas y maestros: Bernabé y Simeón, llamado el Negro, Lucio el de Cirene, Manahén, hermano de leche del tetrarca Herodes, y Saulo.


Conocéis bien la gracia de nuestro Se or Jesucristo: cómo por nosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros fuerais enriquecidos con su pobreza.


Os saluda todo el pueblo santo, principalmente los de la casa del César.


que dé pruebas de su buena conducta, o sea, haber educado a los hijos, haber dado hospitalidad, haber lavado los pies a los fieles, haber asistido a los atribulados, haberse ejercitado en toda suerte de buenas obras.