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Juan 5:3 - Biblia Castilian 2003

Yac a en éstos una multitud de enfermos: ciegos, cojos, paral ticos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

En estos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Una multitud de enfermos —ciegos, cojos, paralíticos— estaban tendidos en los pórticos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

y bajo los pórticos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, tullidos (y paralíticos. Todos esperaban que el agua se agitara,

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La Biblia Textual 3a Edicion

En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos e impedidos.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Yacía en éstos una multitud de enfermos: ciegos, cojos, paralíticos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

En estos yacía gran multitud de enfermos, ciegos, cojos, secos, que esperaban el movimiento del agua.

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Otras versiones



Juan 5:3
12 Referencias Cruzadas  

Al o r el rey Jeroboán lo que el varón de Dios gritaba contra el altar de Betel, extendió su mano desde encima del altar y dijo: '¡Prendedlo!'. Pero se le secó la mano que hab a extendido contra él y no pudo volverla hacia s.


Feliz el hombre que me escucha vigilando a mis puertas cada d a, guardando los dinteles de mi entrada; (32b) felices los que guardan mis caminos.


Bueno es aguardar en silencio el auxilio de Yahveh.


¡Ay del pastor incapaz que abandona las ovejas! ¡Caiga la espada sobre su brazo y sobre su ojo derecho! ¡Que su brazo se seque del todo, y se apague por completo su ojo derecho!'.


Se acercó una gran multitud, llevando consigo cojos, mancos, ciegos, mudos y otros muchos enfermos y los tendieron a sus pies y él los curó.


Su fama se extendió por toda Siria. Le tra an a todos los que se sent an mal, aquejados de diversas enfermedades y dolores: endemoniados, epilépticos y paral ticos; y él los curaba.


Y respondiendo, les dijo: 'Id a contar a Juan lo que habéis visto y o do: Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia el evangelio a los pobres;


Hay en Jerusalén, junto a la puerta de las Ovejas, una piscina, llamada en hebreo Betzatá, que tiene cinco pórticos.


Pero, si estamos esperando lo que no vemos, con constancia y con ansia lo aguardamos.


Tened, pues, paciencia, hermanos, hasta la parus a del Se or. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando pacientemente hasta recibir lluvias tempranas y tard as.