Dijo Yahveh a Abrán: 'Has de saber que tu posteridad será extranjera en un pa s que no será el suyo; la someterán a servidumbre y la oprimirán por cuatrocientos a os.
Éxodo 1:11 - Biblia Castilian 2003 Y les impusieron capataces de prestaciones personales para oprimirlos con duros trabajos. As construyeron para el Faraón las ciudades granero de Pitom y Ramsés. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas; y edificaron para Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón y Ramesés. Biblia Nueva Traducción Viviente Por lo tanto, los egipcios esclavizaron a los israelitas y les pusieron capataces despiadados a fin de subyugarlos por medio de trabajos forzados. Los obligaron a construir las ciudades de Pitón y Ramsés como centros de almacenamiento para el rey. Biblia Católica (Latinoamericana) Les pusieron entonces capataces a los israelitas, para sobrecargarlos con duros trabajos. Edificaron así para Faraón las ciudades de almacenamiento: Pitom y Ramsés. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces les impusieron capataces de trabajos forzados para que los abrumaran con sus cargas. Así se edificaron para Faraón las ciudades almacenes de Pitón y Rameses.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y les impusieron capataces de prestaciones personales para oprimirlos con duros trabajos. Así construyeron para el Faraón las ciudades granero de Pitom y Ramsés. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributos para que los oprimieran con sus cargas. Y edificaron para Faraón las ciudades de abastecimiento, Pitón y Ramesés. |
Dijo Yahveh a Abrán: 'Has de saber que tu posteridad será extranjera en un pa s que no será el suyo; la someterán a servidumbre y la oprimirán por cuatrocientos a os.
José instaló a su padre y a sus hermanos y les entregó una propiedad en la tierra de Egipto, en lo mejor del pa s, en la región de Ramsés, como hab a ordenado el Faraón.
y todas las ciudades donde Salomón ten a sus almacenes, las ciudades para los carros y para los caballos, y todo cuanto le plugo edificar en Jerusalén, en el L bano y en todas las regiones de su dominio.
Accedió Ben Hadad a la petición del rey Asá y envió a los jefes de sus tropas contra las ciudades de Israel. Conquistó Iyón, Dan, Abel Mayin y todos los aprovisionamientos de las ciudades de Neftal.
Reconstruyó Tadmor, en el desierto, y todas las ciudades de aprovisionamiento de la región de Jamat.
Canto gradual. Harto, desde mi juventud, me han oprimido - puede Israel decir -,
Huyen, huyen los jefes del ejército, y la bella de la casa se reparte el bot n,
que él impuso a José en testimonio, cuando salió de tierra egipcia. A una lengua desconocida presto atención:
y amargaron su vida con rudos trabajos en arcilla, en adobes, en todas las faenas del campo y en toda suerte de labores, acompa adas de malos tratos.
Un d a, cuando Moisés era ya mayor, salió a visitar a sus hermanos y fue testigo de las cargas que pesaban sobre ellos. Vio cómo un egipcio golpeaba a un hebreo, a uno de sus hermanos.
Dijo Yahveh: 'He visto muy bien el sufrimiento de mi pueblo en Egipto y he o do las quejas que le arrancan los capataces de obras. Conozco bien sus angustias.
Salieron los capataces y los inspectores del pueblo y dijeron a la gente: 'As ha hablado el Faraón: 'Ya no os daré más paja.
Los inspectores israelitas fueron a quejarse al Faraón, y le dijeron: '¿Por qué tratas as a tus siervos?
Pero les exigiréis la misma cantidad de adobes que fabricaban antes, sin que se la rebajéis en nada; pues son unos vagos, y por eso gritan: 'Vamos a ofrecer sacrificios a nuestro Dios'.
Nuestros padres bajaron a Egipto, y estuvimos en Egipto muchos a os. Pero los egipcios nos trataron mal, a nosotros y a nuestros padres.
Después los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron y nos impusieron dura servidumbre.