Éstos son los nombres de los israelitas que entraron con Jacob en Egipto, cada uno con su familia:
Apocalipsis 4:1 - Biblia Castilian 2003 Después de esto, miré y vi una puerta abierta en el cielo. Y aquella voz primera, como de trompeta, que hab a hablado conmigo, dec a: 'Sube acá y te mostraré lo que ha de suceder después'. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces, mientras miraba, vi una puerta abierta en el cielo, y la misma voz que había escuchado antes me habló como un toque de trompeta. La voz dijo: «Sube aquí, y te mostraré lo que tiene que suceder después de esto». Biblia Católica (Latinoamericana) Después de esto miré. Vi una puerta abierta en el cielo y la voz que antes había oído semejante a una trompeta me decía: 'Sube aquí y te mostraré lo que va a suceder en seguida. La Biblia Textual 3a Edicion Después de estas cosas miré, y he aquí, una puerta abierta° en el cielo, y la primera voz que oí, como de trompeta, hablaba conmigo, diciendo: Sube acá, y te mostraré lo que debe suceder después de esto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después de esto, miré y vi una puerta abierta en el cielo. Y aquella voz primera, como de trompeta, que había hablado conmigo, decía: 'Sube acá y te mostraré lo que ha de suceder después'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Después de estas cosas miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, era como de trompeta que hablaba conmigo, diciendo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de ser después de estas. |
Éstos son los nombres de los israelitas que entraron con Jacob en Egipto, cada uno con su familia:
Yahveh le respondió: 'Anda, baja, y luego subes tú con Aarón; pero que los sacerdotes y el pueblo no traspasen los l mites para subir a Yahveh, no sea que él irrumpa contra ellos'.
Yahveh dijo a Moisés: 'Sube hasta m, a la monta a, y quédate all; yo te daré las tablas de piedra, la ley y los mandamientos que he escrito para instruirles'.
pues más vale que te digan: 'Sube acá' que ceder el puesto a otro más noble. Lo que han visto tus ojos
El a o treinta, el d a cinco del cuarto mes, estando yo entre los deportados, junto al r o Quebar, se abrieron los cielos y tuve visiones divinas.
Apenas bautizado Jesús, salió en seguida del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio al Esp ritu de Dios descender, como una paloma, y venir sobre él,
En el momento de salir del agua vio los cielos abiertos y al Esp ritu que, como una paloma, descend a sobre él.
Mientras se bautizaba todo el pueblo y Jesús, ya bautizado, estaba en oración, se abrió el cielo,
Cuando venga él, el Esp ritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena; porque no hablará por cuenta propia, sino que dirá todo lo que él oye y os explicará lo que está por venir.
y vio el cielo abierto, y que descend a una especie de recipiente a modo de mantel grande, que era bajado por sus cuatro puntas a la tierra.
Y dijo: 'Veo los cielos abiertos y al Hijo del hombre que está a la diestra de Dios'.
Fui arrebatado en esp ritu, el d a del Se or, y o detrás de m una gran voz, como de trompeta,
Me volv para ver la voz que hablaba conmigo. Y, al volverme, vi siete candelabros de oro
Escribe, pues, las cosas que has visto: las que son y las que han de suceder después.
Oyeron entonces una gran voz del cielo que les dec a: 'Subid acá'. Y subieron al cielo en la nube, en presencia de sus enemigos.
Se abrió el santuario de Dios que está en el cielo y apareció el arca de su alianza en su santuario. Y hubo relámpagos y voces y truenos y terremoto y una gran granizada.
El séptimo derramó su copa en el aire. Y salió del santuario una gran voz que proced a del trono y que dec a: '¡Hecho está!'
Vi entonces el cielo abierto y apareció un caballo blanco. Su jinete se llama 'fiel y veraz', porque juzga y hace guerra según justicia.
Después me dijo: 'Éstas son las palabras fidedignas y verdaderas. El Se or, Dios de los esp ritus de los profetas, envió su ángel para mostrar a sus siervos lo que ha de suceder en seguida.