Te confesé mis faltas y no encubr mis culpas, pensando: 'Confesaré mis yerros al Se or', y tú me perdonaste el mal de mi pecado. Selah
2 Corintios 1:4 - Biblia Castilian 2003 Él nos consuela en toda tribulación, hasta el punto de que, mediante esa consolación con la que a nosotros mismos nos consuela Dios, podamos consolar a los que están en toda clase de tribulación. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Él nos consuela en todas nuestras dificultades para que nosotros podamos consolar a otros. Cuando otros pasen por dificultades, podremos ofrecerles el mismo consuelo que Dios nos ha dado a nosotros. Biblia Católica (Latinoamericana) El nos conforta en toda prueba, para que también nosotros seamos capaces de confortar a los que están en cualquier dificultad, mediante el mismo consuelo que recibimos de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion que nos consuela° en toda nuestra tribulación, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros mismos somos consolados por Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él nos consuela en toda tribulación, hasta el punto de que, mediante esa consolación con la que a nosotros mismos nos consuela Dios, podamos consolar a los que están en toda clase de tribulación. Biblia Reina Valera Gómez (2023) el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos nosotros consolar a los que están en cualquier angustia, con la consolación con que nosotros mismos somos consolados de Dios. |
Te confesé mis faltas y no encubr mis culpas, pensando: 'Confesaré mis yerros al Se or', y tú me perdonaste el mal de mi pecado. Selah
Tú eres mi refugio: me libras del pesar y me ci es del gozo del rescate. Selah
Haz conmigo una muestra de bondad, y verán los que me odian, confundidos, que tú, Se or, eres mi ayuda y mi consuelo.
Aquel d a dirás: 'Te alabo, Yahveh, pues aunque te hab as enojado contra m, se calmó ya tu ira y me has consolado.
No tendrán hambre ni sed, no los herirá el bochorno ni el sol, pues quien se apiada de ellos los gu a, y a los manantiales de agua los conduce.
Yo, yo soy quien os consuela. ¿Quién eres tú para que temas al hombre que muere, al hijo de hombre que como hierba es tratado?
Consoló Yahveh a Sión, consoló todas sus ruinas. Hizo su desierto como un para so, y su estepa como el jard n de Yahveh: gozo y alegr a se encuentran en ella, acción de gracias y son de canciones.
Prorrumpid a una en gritos de júbilo, ruinas de Jerusalén, porque Yahveh consoló a su pueblo, redimió a Jerusalén.
Yo rogaré al Padre y él os dará otro Paráclito, que estará con vosotros para siempre:
Pero el Paráclito, el Esp ritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, él os lo ense ará todo, y os recordará cuanto os he dicho yo'
Por esto hemos recibido tanto consuelo. Y nuestro consuelo se nos aumentó mucho más con la alegr a de Tito, cuyo esp ritu quedó tranquilizado ante la actitud de todos vosotros.
Grande es mi franqueza para con vosotros; muy orgulloso de vosotros estoy; lleno estoy de consuelo y en toda clase de tribulación nuestra la alegr a me desborda.
y la mayor parte de los hermanos, cobrando confianza en el Se or a causa de mis cadenas, han redoblado su audacia para predicar sin miedo la palabra [de Dios].
Por lo tanto, animaos mutuamente y edificaos el uno al otro, como ya lo estáis haciendo.
Por lo tanto, fortaleced las manos débiles, afirmad las rodillas vacilantes