
Miguel Arellano Félix, hijo de Ramón Arellano, fue uno de los principales líderes del cartel de Tijuana y durante algún tiempo, dirigente principal de esta organización delictiva que trafica con drogas y armas en el poniente de la Frontera entre México y E.E.U.U, así como de algunos estados del Noroeste de México.
Se ha convertido a Cristo, llevando su testimonio de salvación a donde quiera que va y principalmente en su Iglesia de Durango, México.
Este hecho fue puesto a la luz, en una de las conferencias de La Alianza Ministerial Evangélica. De acuerdo a sus palabras, declara que ha cambiado su arma “AK-47 por el Jesús de La Biblia”.
Tras su conversión a Jesucristo, vinieron muchas persecuciones para él y su familia. Sus enemigos, comenzaron a hostigarlo al no estar más involucrado en las actividades delictivas que este Cartel desarrolla, y más aún, por convertirse en un detractor de las actividades relacionadas al comercio y consumo de Drogas.
Como consecuencia, testifica que le entregaron los restos de su hija y esposa destrozadas en unas bandejas . Aún tras este terrible y doloroso suceso, como siervo de Cristo, renunció a la venganza y le sigue sirviendo con amor al Señor y lleva por todas las regiones el mensaje de salvación.
Con una sentencia de 25 años y en la cárcel, luego de la transformación que Jesucristo hizo en su vida , Miguel Arellano Félix, fue puesto en libertad como testimonio del poder de Jesús y quien ahora asegura “…así como gané dinero sirviéndole (al Diablo), ahora estoy dispuesto a perderlo todo sirviendo a Dios, a Jesús…”, perder aun hasta mi propia vida por la causa de Cristo.