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La Biblia dice que de lo que hay en el corazón hablará la boca, es por eso que un hijo de Dios debe mostrar gracia y sabiduría a la hora de expresarse, recordando que es ejemplo e imagen de Cristo aquí en la tierra.
«Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno», Colosenses 4:6.
Hoy en día muchas personas están hablando desde la desesperanza; los acontecimientos actuales han traído mucha ansiedad dentro de la sociedad, y ha creado una atmósfera donde pareciera que siempre se espera lo peor.
Dentro de un bus, en un supermercado o hasta en una cola, siempre habrá personas generando ruido y contaminando a otros con palabras de destrucción. ¡Más tú como no te involucres en tales cosas, sino más bien cambia la atmósfera hablando por la Palabra de Dios!
Es por ello que cuando un cristiano se involucra en una conversación debe hablar con palabras que edifiquen y no que causen más destrucción, demostrando siempre lo que hay en su corazón.
«El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca», Lucas 6:45.
ARTÍCULO DE INTERÉS: ¿Te atreverías a decir las palabras que dijo de Moisés?
De la misma forma en que no puede brotar de una misma fuente agua dulce y salada, así mismo no puede salir de una misma boca palabra de bendición y de maldición.
«De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así», Santiago 3:10.
¡Hay poder en tu lengua!
La Biblia dice que «la vida y la muerte están en poder de la lengua», Proverbios 18:21, por ello es importante entender que no es cualquier cosa lo que está en juego, sino la vida misma del individuo que corre peligro a causa de sus palabras.
Una palabra de maldición puede destruir un matrimonio, una carrera, una familia, un gobierno; incluso una persona puede llegar a morir o enfermar como consecuencia de lo que salió de su propia boca.
Cuando las palabras se usan para bendición producen el efecto contrario, traen salud, matrimonios hermosos, familias fuertes y transmiten vida a todos los que están alrededor.
«Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; Mas la lengua de los sabios es medicina», Proverbios 12:18.
Piensa por un momento: ¿Qué saldrá de tu boca hoy? ¿Vas a transmitir vida o muerte?
