¿Oveja o Cabra? Tú eliges

La Biblia menciona que llegará el día en que el Señor separará como lo hace el pastor las ovejas de las cabras, estableciendo así una gran diferencia entre ambas especies.

¿Oveja o Cabra? Tú eliges
¿Oveja o Cabra? Tú eliges
ÚNETE A NUESTRO GRUPO DE Telegram o Whatsapp. Ofrecemos lo más relevante en noticias e imágenes cristianas 🤗   

«y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda», Mateo 25:32-33.

¿Quiénes son los cabritos y las ovejas?

La oveja representa a aquellos hijos de Dios que se han mantenido firmes y que han vivido para servir a otros por amor. La cabra por su parte, representa a aquellas personas que se encuentran dentro y fuera del ministerio y que a pesar de escuchar la Palabra de Dios se niegan a buscarle y servirle con un corazón sincero.

Anuncios

Dios usa la simbología de estos dos animales para representar la vida espiritual de dos tipos de personas, los que han creído en Dios y han decidido apartarse del pecado y los que han cerrado sus oídos a la voz del Señor y han vivido una vida sumergida en la incredulidad.

Diferencias que existen entre la oveja y la cabra

La oveja y la cabra son pertenecientes a la misma familia, son parientes lejanos que tienen algo en común, se alimentan de lo mismo. Nótese que de la misma manera ocurre con los creyentes y los incrédulos, ambos escuchan la misma Palabra, a ambos se les ha predicado el mismo evangelio, pero solo uno de los dos ha decidido abandonar su viejo modo de vivir por seguir la voz del Señor.

ARTÍCULO DE INTERÉS: ¿Qué tipo de fruto estas manifestando?

Una característica que distingue a las ovejas de las cabras es el pelaje. Las ovejas tienen un manto que les recubre su cuerpo, este manto representa la importante presencia del Espíritu Santo en la vida de los creyentes; este manto es sensible y lo puede llegar a perder en cualquier momento, del mismo modo que ocurre con la presencia de Dios, si no la cuidamos podemos llegar a perderla con facilidad.

Las ovejas no tienen cuernos, no les hace falta porque no son peleadoras y no pueden herirse entre sí. En cambio las cabras si tienen cuernos, ellas necesitan de sus cuernos porque son peleadoras y acostumbran herirse entre ellas mismas.

Las cabras son muy independientes, ágiles y curiosas. Pueden perfectamente sobrevivir en libertad, adaptándose al medio sin necesidad de ser guiadas por un pastor. La oveja por su parte, tiene la necesidad de ser «pastoreada» de modo que necesita de su pastor para ser alimentada, guiada y protegida de cualquier asechanza de los depredadores.

La oveja tiene instinto gregario. Es decir, mentalidad de grupo, cuando se separa de su rebaño, se ve muy asustada y nerviosa y a consecuencia de esto, puede llegar a morir, por eso es que necesita tanto de su pastor y su rebaño.

Las cabras, son «ramoneadoras naturales», es decir les gusta comer las hojas tiernas de los árboles, cortándoles las puntas e impidiendo su natural desarrollo. Se comen las hojas, los retoños, las enredaderas, tallos tiernos y arbustos, incluso maleza, se lo comen todo. Las ovejas prefieren comer pasto, hierbas cortas y gramíneas cortas, así como leguminosas y tréboles.

¿Qué podemos aprender de la representación del cabrito y la oveja?

Definitivamente Dios no se equivocó al colocarnos el claro ejemplo del cabrito y la oveja. A través de esta representación Dios nos enseña la manera en la que como «hijos de Dios» debemos conducirnos. La oveja nos muestra templanza, sujeción, unidad y sobre todo dependencia, las cualidades más necesarias para caminar en el evangelio. La templanza para evitar caer en pleitos y en contienda, la sujeción denota humildad y obediencia, la unidad refleja hermandad dentro del cuerpo de Cristo y la dependencia al Padre refleja confianza.

Al considerar el cabrito dentro del ministerio, pensamos en aquella persona que causa división y pleitea con los hermanos y no hace nada por ayudar a los demás. Este tipo de persona no tiene un alimento espiritual saludable sino que se alimenta de cualquier tipo de doctrina. No es fiel al ministerio ni a la voz de su pastor, prefiere andar en su propia opinión y siempre está causando problemas. Lamentablemente este tipo de persona se consideran cabritos a los cuales dice la Palabra separará el Señor a su izquierda y serán arrojados a la condenación eterna.

Examinémonos, hoy es el tiempo de decidir si somos de los cabritos o si estamos en el rebaño de las ovejas.

«Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano», Juan 10:27-28.

Deja tus comentarios sobre esta Reflexión
Enlaces Patrocinados