Español
English
Português
Français
La mayoría de nosotros tenemos información acerca de lo que Dios hace en nuestras vidas mientras estamos despiertos durante el día. Pocos son los que se han preguntado qué es lo que hace Dios por nosotros mientras nos encontramos dormidos.
¿Será que Dios se aleja durante la noche y simplemente espera a que amanezca y que estemos despiertos para volver a trabajar? La respuesta es: No, Dios no se aleja de nosotros y mucho menos deja de obrar en nuestras vidas ni siquiera porque estemos durmiendo.
Hay tres cosas maravillosas que Dios hace por nosotros mientras nos encontramos durmiendo:
1.- Él nos sustenta
Dios cuida de nosotros mientras estamos dormidos, tal y como lo declara David: Salmo 3:5 «Yo me acosté y dormí, Y desperté, porque Jehová me sustentaba». Y sigue diciendo: Salmo 4:8 «Cuando me acuesto, me duermo enseguida, porque sólo tú, mi Dios, me das tranquilidad».
Hay situaciones en las que no es tan fácil conciliar el sueño; momentos de preocupación que nos impiden dormir. No obstante, Dios nos dice que es Él quien vigila nuestro sueño, nos da descanso y nos sostiene. Dios revela esta verdad a nuestro corazón y permite que tengamos paz y plena tranquilidad al irnos a dormir.
«Cuando tenemos plena seguridad de la protección de Dios, es cuando logramos descansar con tranquilidad».
ARTÍCULO DE INTERÉS: 9 versículos bíblicos que te harán dormir en paz
2.- Nos enseña
El salmista dijo: «Bendeciré a Jehová que me aconseja; Aun en las noches me enseña mi conciencia», Salmos 16:7. Quiere decir que mientras nos encontramos descansando por las noches Dios sigue trabajando en nosotros, Él se encarga de orientar y corregir nuestra mente, nuestro corazón y nuestros sentidos.
Aunque por las noches nuestro cuerpo duerma y descanse, nuestra alma y espíritu están en pleno contacto con el Espíritu de Dios, del cual hemos sido hechos templo y morada. Dios es nuestro consejero para toda la vida, Él puede hablar a nuestra mente y corazón aun cuando estemos en sueño profundo.
La labor de Dios no acaba en tanto que llega la noche ¡No! El sigue trabajando en lo más profundo de nuestro ser, nos prepara para las posibles pruebas que vendrán al día siguiente.
3.- Permite que tengamos un sueño grato
«Cuando te acuestes, no tendrás temor, Sino que te acostarás, y tu sueño será grato. No tendrás temor de pavor repentino, Ni de la ruina de los impíos cuando viniere, Porque Jehová será tu confianza, Y él preservará tu pie de quedar preso», Proverbios 3:24-26.
Cuando hacemos la voluntad de Dios y nos entregamos completamente a sus designios, podemos descansar tal y como lo hace un niño con su padre. Dios se encarga que tengamos un sueño placentero, profundo y reparador, de modo que al despertar podamos estar renovados con las fuerzas necesarias para afrontar cualquier situación que se nos presente.
