En Río de Janeiro, Brasil, religiones como umbanda se han asociado a la acción de los «traficantes evangélicos»; haciendo que aumenten los registros de intolerancia religiosa en su contra.
Incluso, aunque líderes cristianos de Río de Janeiro condenan lo que éstos traficantes hacen, los medios de comunicación reforzaron la intolerancia que éstos criminales tienen hacía otras religiones.
La policía recientemente identificó al autor de un ataque terrorista y arrestaron a otros ocho traficantes.
Los ocho capturados han sido acusados de unirse al grupo, el cual tiene por nombre «Bonde de Jesús».
El pez gordo que lograron arrestar es Alvaro Malaquias Santa Rosa, quien pertenece al Tercer Comando Puro (TCP); el cual es el grupo criminal más peligroso de Río de Janeiro.
Malaquias es el creador y mente maestra del grupo criminal que usa el nombre de Jesús.
Existe también un traficante el cual es un hombre que se autodenomina pastor, el cual distorsiona enseñanzas bíblicas para cometer crímenes.
El delegado de Decradi (Estación de Oficiales de Intolerancia y Crimen Racial), Gilbert Stivanello, dijo lo siguiente acerca de éste grupo:
«Distorsionan la doctrina religiosa y atacan a otras religiones, especialmente a las de ascendencia africana».