Se conocen nuevas piezas de este rompecabezas marítimo que ha estremecido a Argentina.

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Este miércoles, las autoridades locales ofrecieron nuevos detalles sobre la última comunicación con el ARA San Juan. Se presume que 12 días después, las dudas sobre la supervivencia de la tripulación entran en el límite de lo posible. No obstante, que no se  descarta y que todavía era posible «en condiciones extremas«.

El portavoz de la Armada argentina, Enrique Balbi, confirmó que, según un mensaje que recibieron desde la embarcación a las 00:30 hora local (03:30 GMT) del día 15 de noviembre, cuando el submarino estaba cargando sus baterías, le entró agua por el snorkel (un dispositivo que permite a un submarino tomar aire de la superficie estando sumergido).

El líquido cayó sobre las baterías que se encuentran en la zona de la proa y ello provocó un fallo eléctrico y un «principio de incendio», que consistió en «humo sin llamas».

«Fue subsanado, aislaron la batería y navegaron con otro circuito; se propulsaba con el circuito de popa», explicó.

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Según Balbi, tras este incidente, el submarino recibió órdenes de regresar a su base de Mar del Plata.

«Sí se puede tal vez haber producido un incendio o un arco voltaico (una descarga eléctrica) y haber producido una implosión», sostuvo

Medios argentinos difundieron en la noche de este lunes la que aseguraron fue la última comunicación del submarino con su base en tierra, que BBC Mundo no pudo corroborar de forma independiente.

El mensaje, trasmitido a través de frecuencias de radio, indica además que las baterías de proa quedaron fuera de servicio y que, en ese momento, se encontraban sumergidos propulsados por un «circuito dividido».

«Sin novedades de personal, mantendré informado», concluye. Tras la última comunicación, el resto ha sido incertidumbre.

El último lugar donde se tuvo contacto con el ARA San Juan es cercano a un abismo que se desploma a más de 3.000 metros de profundidad.

Expertos consultados por medios argentinos estiman que, si por alguna razón el submarino perdió propulsión y se hundió en esa zona, pudo haber implosionado por la fuerza de la presión al superar los 600 metros bajo el mar.

A las tareas de rescate y localización de la Armada argentina, se sumaron en los últimos días equipos de Brasil, Chile, Noruega, Alemania, Canadá, Colombia, Francia, Estados Unidos, Perú, Reino Unido y Uruguay.

Rusia fue el último país que se unió el pasado sábado a la búsqueda: lo hizo con el avión más grande del mundo, el Antonov, y un sumergible no tripulado, conocido como Pantera Plus.

La búsqueda del submarino se realiza por mar y aire.Derechos de autor de la imagenEPA
Image captionLa búsqueda del submarino se realiza por mar y aire.

El Ministerio de Defensa de Rusia también envió un barco de exploración científica, el Yantar, que aún está por llegar y podría buscar a un nivel más profundo.

Otra cápsula de rescate de Estados Unidos estaba previsto que llegara este lunes a la zona donde se han limitado las búsquedas en los últimos días: un radio de poco más de 70 kilómetros cerca del lugar donde se detectó una explosión el mismo día en que se perdió contacto con el submarino.

 

 

 

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