Sacerdote radical hindú abandona idolatría y acepta a Cristo

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La jornada de fe de Rahil Patel es increíble. Criado en un hogar hindú, sabía que un día sería un sacerdote, viajando por el mundo. Pero a pesar de su feliz vida, Patel fue deprimido , confuso y espiritualmente vacío. Entonces, él conoció a Cristo. Él contó en entrevista al sitio Hello Christian que cuando niño estudiaba en una escuela cristiana y que hasta cantaba algunos himnos. Pero en casa era el hinduismo lo que reinaba.

«En nuestra casa teníamos una sala especial dedicada a un santuario con ídolos y estatuas, además de la pintura principal del Gurú que creíamos era Dios», dice.

«Nosotros nunca comíamos carne, nunca bebíamos alcohol, íbamos al templo todos los sábados y domingos, esta era mi vida, tuve un ligero cambio en mi viaje, siempre tuve un hambre espiritual, pero había muchos problemas en casa».

Un maestro, en la época, había pedido a Patel para invertir en su formación como sacerdote. Él entonces huyó de casa para iniciar su entrenamiento. «Yo estaba tan concentrado, tan fanático que pasé seis años en el monasterio, mucha disciplina y muchos estudios. «, detalló.

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Patel dijo que estaba profundamente solo en el monasterio. Él pasó a tomar antidepresivos y luchaba contra una batalla interna. Por eso, las dudas comenzaron a crecer y empezó a experimentar diferentes culturas.

«Empecé a tener una fascinación secreta en relación a Jesús, yo solía entrar en las iglesias para ver la arquitectura, pero tuve esa fascinación por la cruz, sentí que había algo especial allí, que lentamente comenzó a acumularse en mi corazón, dejé la denominación hindú en 2011 después de 20 años de servicio, al momento fue muy doloroso y tenia miedo.», dijo.

Entrega total

Una noche, él fue a la Iglesia, sintiéndose muy triste con la situación en que se encontraba. «Una señora vino y colocó la mano en mi hombro, y tuve un momento poderoso con el Espíritu Santo, fui bautizado y sentí el río profundo que vino fluyendo, fue una alegría y eso cambió todo de dentro hacia fuera. Me di cuenta de que Jesucristo estaba vivo, no era sólo una filosofía o una institución, es real», finalizó.

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