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En China, la policía ha irrumpido abruptamente en las iglesias para impedir que los ciudadanos celebren estos días de Navidad en sus lugares de congregación, arrestando líderes y acusando a los seguidores de Cristo de “estorbar el Estado”.
Esto es el resultado del Gobierno Chino para poner un alto y controlar las creencias de la población con la fuerte presencia del Partido Comunista Chino, el cual oficialmente ateo y sólo con su aprobación los ciudadanos mayores de edad puedan visitar un lugar de culto asignado por el Estado al cual llaman “Iglesias Registradas”.
Un cuerpo de más de 60 oficiales entraron en las iglesias confiscando material religioso asi como sus teléfonos celulares, «En medio de la clase bíblica para los niños, oí decenas de policías y oficiales subiendo las escaleras. «Ellos declararon que hacíamos una reunión ilegal y hacíamos recaudación ilegal de fondos. Ellos confiscaron todas las Biblias», cuenta un testigo que se congrega en el templo.
Como consecuencia de esta persecución al pueblo de Cristo por parte de las autoridades chinas, el reconocido pastor Wang Yi fue arrestado por “haber cometido crimen” al divulgar una petición para hacer presión contra el gobierno quienes reprimen todo tipo de actividades que ellos hacen; al día siguiente de su arresto fueron encarcelados más de 500 miembros de su iglesia, Early Rain Convenant.
Bajo la acusación de “incitación al subversión al poder del Estado” están todos los arrestados quienes están propensos a cumplir 15 años de cárcel, asimismo fue un pequeño grupo de personas que quisieron hace culto en un parque al aire libre, todos fueron arrestados.
Human Right Watch ha estado monitoreando el ataque contra las iglesias y los intentos del presidente Xi Jinping de controlar todos los aspectos de la sociedad de su país, y más ahora que la persecución ha aumentado al impedir que los chinos celebren Navidad en público, limitándolos a que sus celebraciones sean totalmente privadas.
