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Dos pastores cristianos, que fueron arrestados por el ejército de Myanmar hace casi un año, fueron condenados a prisión la semana pasada por cargos dudosos. The Morning Star News informó que el pastor Dom Dawng Nawng Latt, de 65 años, recibió una pena de prisión de cuatro años y tres meses, mientras que el pastor de 35 años La Jaw Gam Hseng recibió dos años y tres meses por cargos de asociación ilícita, difamando al militar y espionaje
De acuerdo con Morning Star News :
Los dos pastores étnicos Kachin, miembros de la Convención Bautista Kachin, fueron acusados en virtud de la Ley de Asociación Ilegal por supuestas conexiones con un grupo armado étnico, la Organización de Independencia Kachin (KIO), y presuntamente espiando por ello. Nawng Latt fue procesado bajo un estatuto de difamación.
Niegan los cargos, que sus colegas dicen que son infundados.Nawn Latt recibió los dos años adicionales bajo el cargo de difamación ya que los militares lo acusaron de criticar al ejército mientras hablaba a los medios.El pastor Zau Ra, secretario de la Convención Bautista Kachin en la ciudad de Mong Maung, estado de Shan, dijo a Morning Star News que los dos pastores probablemente fueron arrestados y acusados por hablar con los medios y ayudar a los periodistas locales a atacar a los ejércitos en escuelas católicas y escuelas en el estado de Shan en noviembre de 2016.
Los dos pastores llevaron a los periodistas locales a tomar fotografías del edificio dañado de la Iglesia Católica San Francisco Javier que fue bombardeado por los aviones del ejército birmano en ese momento.
Los dos hombres fueron arrestados en la víspera de Navidad de 2016 después de viajar a la base militar de Byuha Gone con la esperanza de negociar la liberación de una pareja civil. La ley de Myanmar establece que los sospechosos solo pueden permanecer recluidos durante 28 días sin un juicio, pero Nawng y Hseng fueron encarcelados durante meses antes de comparecer ante un juez.
En el momento de su arresto, el abogado de los pastores, U Brang Di, le dijo a Morning Star News que los fiscales estaban retrasando intencionalmente el caso mientras los militares intentaban transferirlo a un tribunal en otra parte del país. Si bien tales retrasos son aparentemente comunes en situaciones que involucran al ejército, Bang Di tenía la esperanza de poder asegurar la liberación de sus clientes.
«Los pastores no pueden ser detenidos por tanto tiempo sin juicio, de acuerdo con la ley», dijo Brang Di en abril de 2017 . «Haré todo lo posible para liberarlos de acuerdo con la ley».
Desafortunadamente, parece que Brang Di no tuvo éxito en sus intentos por un juicio justo. La embajada de Estados Unidos en Yangon emitió un comunicado el viernes expresando su preocupación por las acciones legales contra los pastores, mientras grupos internacionales de derechos humanos han pedido su liberación inmediata.
«Nos preocupa que estas personas fueron blanco de la asistencia a periodistas», se lee en la declaración de la Embajada de los Estados Unidos. «También nos preocupan las denuncias de malos tratos durante su detención. Pedimos el fin del uso de la Ley de asociación ilícita y otras leyes utilizadas para arrestar arbitrariamente a los ciudadanos, y hacemos un llamamiento a todos los actores para que generen confianza y mantengan a Myanmar en el camino hacia la paz nacional y la reconciliación «.
A principios de este año, Faithwire informó que los musulmanes no eran la única minoría religiosa que enfrentaba la persecución en el país budista mayoritario.
Con una población de 55 millones, solo el seis por ciento de Myanmar es cristiano y el cuatro por ciento es musulmán. Organizaciones como Open Doors, que clasificaron al país del sudeste asiático como 28 de 50 en su Lista anual de observación mundial por persecución, han documentado las brutales violaciones de derechos humanos contra musulmanes y cristianos, que incluyen despojo, tortura, trabajo forzado y violación.
En marzo, más de 100.000 cristianos de Myanmarese buscaron refugio en Malasia, después de verse obligados a huir de sus hogares debido a amenazas contra su religión.
«Myanmar no es seguro para nosotros», dijo un cristiano refugiado. «Mataron a personas, enviaron a personas a la cárcel por motivos religiosos».
