Mega Iglesia organiza boda masiva para 24 parejas que vivían en concubinato

Desde el año 2010, el pastor Bryan Carter, quien dirige la Iglesia Concord en Dallas, Estados Unidos, ha desafiado a las parejas que viven juntas a que se casen; para aquellos que eligen la opción de casarse, la iglesia les ofrece una boda con todos los gastos pagos.

A principios de este mes, 24 parejas que pertenecen a la congregación se casaron, el mismo día, a la misma hora y en el mismo altar.

El pasado 8 de septiembre se llevó a cabo en esta mega iglesia de Texas la cuarta «Gran Boda», la cual se realiza como conclusión del Desafío de Cohabitación del Pastor Bryan.

Durante los últimos años, Carter ha enfatizado a su congregación de 9,000 miembros, la importancia de las relaciones que honran a Dios.

El ministro ha trabajado para resistir muchas de las estructuras impuestas por la sociedad que hacen creer a las personas que vivir juntos es un buen sustituto para el matrimonio.

Cuando las parejas deciden participar y unirse al programa de 90 días, creado por el pastor, la Iglesia Concord les ofrece 11 semanas de asesoramiento matrimonial intensivo, una pareja casada que los guiará durante el próximo año y una ceremonia de bodas con todos los gastos pagos.

Todo esto se logra gracias a los músicos, artistas, estilistas y benefactores financieros dentro de la congregación.

Resultados que transforman matrimonios

Vernon Henderson y Trajea Sweat-Henderson hablaron acerca de cómo el desafío los ayudó: «Aprendimos mucho el uno del otro, acerca de Dios y solo un matrimonio piadoso», dijo Trajea.

Vernon añadió que ha aprendido a comunicarse de manera más efectiva, «Si van a estar juntos por el resto de su vida, deben saber cómo comunicarse», dijo.

Howard y Lowanda son otra pareja que también hablaron de los cambios: «Me enseñó a convertirme en un hombre de Dios. Soy responsable ante ella y la aprecio porque aprecio a Dios y ese es el número uno en mi vida, así que realmente fue un impacto para mí», dijo el esposo.

«También aprendimos a rezar entre nosotros», dijo Lowanda. «Aunque oramos, pero ahora sabemos cómo hacerlo bien».