Una carta de parte de estas personas pide un «conjunto mundial obligatorio de patentes y el intercambio de todo el conocimiento relacionado con el virus».
Más de 140 líderes alrededor de todo el mundo firmaron recientemente una carta abierta, pidiendo que la vacuna contra el Covid-19, una vez desarrollada, sea una “popular”.
Esto quiere decir que, la misma se produzca en masa, disponible para todos y distribuida de manera justa y gratuita.
Algunas de las personas influyentes que conforman este grupo incluyen al presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, al primer ministro de Pakistán, Imran Khan, al presidente de Senegal, Macky Sall, y al presidente de Ghana, Nana Addo Dankwa Akufo-Addo.
Todos estos y el resto firmaron la carta coordinada por ONUSIDA (Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida) y Oxfam.
La carta, que llegó cuando las compañías de todo el mundo están produciendo vacunas efectivas, exigía que todas las vacunas, y no solo una desarrollada para abordar el nuevo Covid-19, sean vacunas populares.
The #coronavirus crisis has shown us that the right to health is more important than ever, & that we are only healthy when we are ALL healthy.
When a #COVID19 vaccine is found, it must be available to ALL people, in ALL countries, free of charge.
It must be the #PeoplesVaccine.
— UNAIDS (@UNAIDS) May 14, 2020
Las motivaciones para desarrollar una «vacuna popular»
«Miles de millones de personas hoy esperan una vacuna que es nuestra mejor esperanza para poner fin a esta pandemia», dijo Ramaphosa.
“Como países de África, estamos decididos a que la vacuna COVID-19 debe estar libre de patentes, fabricada y distribuida rápidamente, y gratuita para todos. Toda la ciencia debe ser compartida entre los gobiernos».
Agregó: «Nadie debería ser empujado a la cola de la vacuna debido a dónde viven o lo que ganan».
Volviendo al tema de la carta, esta pedía un conjunto mundial obligatorio de patentes y el intercambio de todos los conocimientos; además de datos y tecnologías relacionados con la pandemia.
La finalidad de aquello, es garantizar que cualquier nación pueda producir o comprar dosis asequibles de vacunas, tratamientos y pruebas.
«Nuestro mundo solo será más seguro una vez que todos puedan beneficiarse de la ciencia y acceder a una vacuna, y eso es un desafío político», dice la carta.
«Ahora no es el momento de permitir que los intereses de las corporaciones y gobiernos más ricos se coloquen ante la necesidad universal de salvar vidas, o dejar esta tarea masiva y moral a las fuerzas del mercado».
El escrito concluye sosteniendo que una vacuna para todos puede “proteger a la humanidad y hacer que las sociedades vuelvan a funcionar de manera segura”.
Actualmente, numerosas empresas israelíes han propuesto diversas soluciones contra el virus, y se encuentran en avanzadas etapas de desarrollo.