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PERSECUCIÓN

Joven cristiano es torturado por bañarse en pozo de terreno musulmán

Golpeado hasta la muerte, un grupo de musulmanes asesinó a un cristiano tras haberlo acusado de “contaminar” la propiedad en la que estaba.

A este joven lo torturaron por dos horas consecutivas.

Según el Centro de Asistencia Legal, Asistencia y Liquidación, Saleem Masih de 22 años murió por las múltiples heridas que sufrió al bañarse en la propiedad de un agricultor musulmán.

La información dada por el hermano mayor de la víctima cuenta que al joven lo encadenaron 5 hombres, para luego por dos horas golpearlo sin piedad.

«Contaminó el agua» dice su agresor

Al parecer, lo acusaron de invadir una propiedad privada ya que este trabajaba en campos agrícolas.

Este trabajo, según lo que cuenta Nadeem Masih, hermano mayor de Saleem, produce una especie de comezón que molesta demasiado, por lo que tienen que asearse inmediatamente después de laborar.

“Tenemos que bañarnos después de descargar. Incluso el clima frío no importa. El picor de la paja, atrapado en nuestra ropa, perturba nuestro sueño”, dijo.

Sus gritos de dolor llamaron la atención de los residentes

Al joven lo encontraron a las 7 am varias mujeres, ya que sus gritos de dolor eran lo suficientemente altos como para llamar la atención y pedir ayuda.

Cuando la policía revisó el lugar, lo encontraron encadenado y golpeado brutalmente; «Le dijo a la policía que cuatro hombres lo habían encadenado, golpeado y electrocutado. Rodaron una gruesa barra de hierro sobre todo su cuerpo”

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, testificó su hermano en Asia News.

Al trasladarlo a un hospital murió por insuficiencia orgánica; el principal responsable de su muerte, Sher Doga, se le encarceló al principio pero pudo salir bajo fianza a petición de los otros responsables de la muerte del joven.

Doga justificó el crimen diciendo que Masih «cometió un crimen ensuciando» el agua del pozo; Sayeed informó que la salida de la cárcel de éste fue producto de un soborno a las autoridades.

Su familia en este momento pide justicia, pues asegura que mataron al chico solo por ser cristiano, «Aquellos que han matado a mi hijo deben ser castigados por tomar la ley en sus propias manos y matarlo por nada más que por ser cristianos», dijo Ghafoor Masih, su padre.

Esta muerte es catalogada como un “triste recordatorio” de que en Pakistán está aumentando los niveles de violencia y persecución de cristianos sin tener respuesta de las autoridades.

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