Por primera vez en 20 años y gracias a un invierno lluvioso, el Mar de Galilea casi se ha llenado por completo; lo cual se ha convertido en una noticia positiva.
Los israelíes se han mostrado contentos ante esto y consideran que los inviernos lluviosos son una “bendición”.
“Estamos muy emocionados por este hecho. Es muy bueno para todos nosotros alrededor del lago, el Mar de Galilea, para la agricultura, para los agricultores, para los turistas, para todos”, dijo el presidente del Consejo Regional del Valle del Jordán y jefe de la Unión Urbana Kinneret, Idan Greenbaum.
El ascenso de este icónico mar ha sido bastante notable durante los últimos años. Luego de cinco años de sequía, ha crecido unos 18 pies entre el 2019 y 2020.
“Estoy emocionado. Todavía lo tratamos como nuestro salvavidas a pesar de que ya no bebemos el agua”, le dijo Rachela Dotan, guía turística, a CBN News.
“Cada vez que veo un lago lleno, es como si quisiera cantar, quiero llorar de alegría. Estoy sorprendido por la gracia de Dios”.
Cerca del límite
Cabe destacar que Israel, terriblemente, ha tenido más años de sequía que años lluviosos.
“Durante los cinco años secos, tuvimos un problema muy severo con el Mar de Galilea. Dejamos de bombear casi por completo desde el Mar de Galilea”, dijo Uri Schor; portavoz de la Autoridad de Aguas de Israel.
Este enorme lago solía ser una de las tres principales fuentes de agua potable de la nación. Pero debido a la poca lluvia, el país tuvo que recurrir a otras medidas.
«Israel está cerrando la brecha con la desalinización, con el reciclaje del agua, con la conservación, las tecnologías, la educación, todo lo que podamos», dijo Schor a CBN News.
Cada año, alrededor de un millón de turistas visitan este lugar bíblico; pero no en 2020, como consecuencia de la pandemia.
Actualmente, el Mar de Galilea está a solo cinco pulgadas de su marcador completo, pero la temporada de lluvias termina el próximo mes de octubre. Y cada verano, a causa de la evaporación, este disminuye entre cuatro y cinco pies.
No obstante, los israelíes ya están orando por otro invierno lluvioso para el próximo año; esperando que sea de agrado para los turistas.