En Australia, un tribunal de Nueva Gales del Sur recientemente condenó a Richard Haynes, a 45 años de prisión por violar y torturar a su hija Jenny por 7 años.
Como consecuencia de los traumas vividos durante su infancia, la mujer desarrolló 2500 personalidades.
La familia Haynes se mudó del Reino Unido a Australia cuando Jenny tenía solo 4 años de edad, desde ese año comenzó a ser violada por su padre. Estos terribles actos tuvieron fin cuando los padres de la pequeña se divorciaron.
Los médicos diagnosticaron a la mujer con trastorno de identidad disosiativo; esto suele ocurrir en las personan como consecuencia de abusos o traumas.
A menudo las violaciones provocaban que la niña llorara, orinara o sangrara, Richard los repetía diciéndole que le gustaba y que se los merecía.
En una ocasión él le dijo a Jenny: «Mamá no te quiere y si se lo cuentas ella morirá y será tu culpa».
«Dada la brutalidad y la violencia impuestas, no es sorprendente que Jennifer creyera lo que dijo su padre», dijo Sarah Huggett, jueza encargada del caso, motivo por el que asegura: «Pasaron muchos años antes de que encontrara el valor para develarlo».
Hoy en día Jennifer tiene 49 años, y tiene problemas en la vista, así como también auditivos, dentales y de salud mental.
Además de todo eso ella debe llevar permanentemente una bolsa de colostomía, la cual le recuerda diariamente los terribles crímenes cometidos por su padre.
«Todos saben lo que hizo«, dijo la víctima. En una entrevista explicó que nunca se había dado cuenta de que escuchar voces en su interior no era algo normal. «No sabía que se supone que solo tienes una única personalidad», añadió.