Ex-pastor dice que no cree que Dios hace milagros: «Creo en acciones humanas»

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Ricardo Gondim es un «pastor» que, a lo largo de las dos últimas décadas, presentó a la comunidad evangélica su metamorfosis interpretativa de la Biblia y de la teología: fue del pentecostalismo (cuando aún mantenía la iglesia que lidera ligada a las Asambleas de Dios) al progresismo que defiende la unión civil homosexual y una visión heterodoxa del cristianismo.

En un artículo publicado en su blog, Gondim reveló que no cree que Dios intervenga en los destinos de la humanidad, y subrayó que ahora se considera provisionalmente un «humanista apofático».

«No creo más en la promesa religiosa de que los sacrificios sobrenaturales nos alcanzarán, venidos de un Dios que se sienta en un trono. Creo en las iniciativas humanas, en los movimientos solidarios, en la búsqueda incesante de la justicia, en la acción profética de instituciones que defienden la dignidad humana. «Soy hermano de quien arremeje las mangas y lucha por los desvalidos», escribió.

El humanismo, movimiento filosófico surgido en Europa durante el Renacimiento e inspirado en la civilización grecorromana, valora la búsqueda del saber con el propósito de que la humanidad desarrolle una cultura capaz de explotar el potencial de la sociedad para el bien. Entre los estudiosos cristianos, esa es una filosofía controvertida, pues para algunos sería una especie de mensaje del Evangelio «intelectualizada», mientras que para otros, es una distorsión de las enseñanzas de Cristo que termina por negar a Dios.

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«Soy humanista. Con eso, quiero decir que no espero milagros sobrenaturales para mi vida, familia, ciudad, país o mundo. He descartado desde hace mucho tiempo al Dios maquinista, el soberano que conduce la historia en los senderos de la providencia» agregó Gondim.

En su artículo, el pastor de la Iglesia Betesda resume la visión apofática, a la que actualmente está alineado: «La teología apofática es, en términos muy simples, aquella que se niega a hacer afirmaciones propositivas sobre Dios. Los apofáticos se contentan con lo que se puede negar acerca de Dios. Explico mejor. No hay como afirmar nada sobre Dios que sea concluyente, taxativo, descriptivo. Podemos decir sólo lo que no puede ser. Dios no puede ser mal, discriminatorio, injusto, estúpido, disimulado «, describió.

A raíz de su párrafo conclusivo en las delineaciones de su raciocinio, Gondim reitera que no cree en el Dios que opera milagros: «Esa divinidad que quita el autobús del barranco, cura, esporádicamente niños condenados por la leucemia o hace que el violador se quede impotente a la hora en que violenta a la niña no existe. La pelota está con la humanidad.  Si no hacemos valer el bien, el mal se extenderá y seremos los demonios de nuestro propio infierno».

«Soy un humanista apofático. «Yo amo tanto a Dios como al mundo en que vivo», concluyó.

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