El empoderamiento femenino ha traspasado los límites hasta de la pantalla grande, pues esta vez la “Mujer Maravilla” se ha enfrentado al primer ministro de Israel en defensa de los árabes que viven en Tierra Santa, pues según la actriz son “discriminados”.
Todo empezó por las declaraciones del Ministro de la Cultura, Miri Regev, quien aseguro que si Nethanyahu perdía las próximas elecciones, el rival de éste dependía del voto de los árabes para establecerse como gobernante en “un tono despectivo”; Rotem Sela, una modelo y presentadora famosa en Israel levantó los ánimos diciendo “que todos los árabes son humanos y que por tanto también son ciudadanos, no sólo para las elecciones”.
Por su parte, Nethanyahu respondió a las palabras de la modelo, «Israel no es un país para todos sus ciudadanos. De acuerdo con la ley del Estado-nación que aprobamos, Israel es el Estado del pueblo judío, y solo le pertenece a ellos. Como usted escribió, no hay ningún problema con los ciudadanos árabes de Israel: todos tenemos los mismo derechos y el Likud, actual partido gobernante invirtió más en el sector árabe que cualquier otro Gobierno», dijo.
Las palabras de Nethanyahu despertaron el interés de Gal Gadot, conocida por interpretar el papel de “Wonder Woman” de los DC Comics, la actriz que no suele inmiscuirse en polemicas de talla política, decidió expresar su sentir al respecto, «Amar a tu prójimo como a ti mismo no es una cuestión de derecha-izquierda, judeo-árabe, secular o religiosa, es una cuestión de diálogo; de diálogo para la paz, la igualdad y la tolerancia. La responsabilidad de tal esperanza está en nosotros; crear un futuro más brillante para nuestros hijos. Rotem, mi hermana, eres una inspiración para todos nosotros», escribió en hebreo la actriz a través de Instagram Histories.
A esto se le sumó también las declaraciones del presidente de Israel, Reuven Rivlin, pues él expresa que “hay completa igualdad de derechos para todos los ciudadanos” calificando de inaceptables las opiniones racistas que se han emitido contra del pueblo árabe en el país, «No hay ciudadanos de primera clase, y no hay votantes de segunda clase. Todos somos iguales en la cabina de votación», aseveró el jefe del Estado.
El parlamento israelí aprobó una ley donde se retira el idioma árabe a Israel declarándose como “autodeterminados” al pueblo judío, lo que llevó a Turquía y a Egipto a condenar la decisión.