Nuevos datos. Científico afirma que “El infierno si existe”

Una corporación de geólogos, escavaron un agujero con una profundidad de 14,4 Km con la intención de llegar al núcleo de la tierra, en ese preciso momento empezaron a escuchar los gritos de personas. Los científicos tuvieron miedo de desatar los poderes del infierno hacia la tierra.

El Dr. Azazacov dijo: “La información que estamos recolectando es muy sorprendente, que estamos sinceramente temerosos de lo que podamos encontrar allá abajo”. Lo asombroso fue la alta temperatura que se sentía en ese momento, según los cálculos la temperatura se encontraba a 1000 °C, añadió el Dr. Azzacov.

El último descubrimiento fue lo que conmociono los oídos de los científicos, eran tan impresionante lo que sucedía que tuvieron que abandonar el proyecto de miedo que tenían. “Tratamos de escuchar los movimientos a cierto intervalo con unos micrófonos ultra sensitivos, los cuales dejamos entrar en el agujero. Lo que escuchamos, convirtió nuestra lógica científica en ruinas. Eran, en momentos, unos sonidos débiles, pero a la vez, altos en frecuencia, los cuales pensamos que venían de nuestro propio equipo”

“Pero después de algunos ajustes, comprendimos que en verdad el sonido venia del interior de la tierra. Apenas podíamos creer lo que nuestros oídos escuchaban. Escuchamos voces humanas, gritando con gran dolor. A pesar de que una voz era perceptible, pudimos escuchar miles, tal vez millones de almas gritando en sufrimiento”. Dijo el Dr. Azzacov. Un conductor de unas de las ambulancias, les comunico que se le sedaran a todos los que estuvieron en ese presente lugar, ordenándoles que se le pusiese un medicamento que les haría olvidar lo sucedido. Está droga los rusos las utilizan para aquellas personas que han sufrido un Shock.

Declarando el Dr. Azzacov señalo lo siguiente: “Como comunista, no creo en el cielo ni en la Biblia, pero como científico, ahora creo en el infierno”, “sabemos lo que vimos y lo que escuchamos. Y ahora estamos convencidos que taladramos las puertas del infierno”.

Continuo diciendo: “el taladro repentinamente empezó a dar vueltas descabelladamente indicando que habíamos alcanzado una gran caverna. Los sensores de la temperatura mostraron un dramático incremento”, “Bajamos un micrófono, diseñado para detectar los sonidos de las placas en movimiento. Pero en lugar de escuchar las placas en movimiento escuchamos voces humanas gritando de dolor”.